Un total de 56 personas han sido identificadas este jueves en el instituto abandonado de Martutene, un lugar en el que residen personas sin hogar, algunas de las cuales han protagonizado incidentes en los últimos días, según la denuncia de vecinos de la zona.

La operación ha contado con la intervención de la Guardia Municipal, responsable en materia de asentamientos ocupados, de la Ertzaintza y de la Policía Nacional, competente en materia de extranjería, que se ha llevado a 29 de los jóvenes identificados.

Fuentes municipales han explicado que la operación policial se ha producido tras las reiteradas quejas de vecinos por distintos incidentes registrados en los últimos tiempos con los moradores del instituto como actores, según la denuncia.

La operación, sin embargo, también ha contando con la oposición de algunos vecinos, que han protestado por la intervención policial. Sin ir más lejos, en agosto tuvo lugar otra similar.

Un guardia municipal en el interior del instituto abandonado de Martutene N.G.

Abandonado

El instituto abandonado es un lugar de residencia para muchas personas sin hogar, algunas de los cuales no tienen papeles. Educación opta por permitir que estas personas aprovechen las estancias vacías para dormir, ante la inexistencia de otro lugar más adecuado para su acogida.

No es la primera vez que el instituto de Martutene es objeto de una operación policial, tras las denuncias vecinales. Los residentes en el barrio llevan tiempo criticando la "inseguridad" que sienten a causa de atracos, robo de ropa en los balcones, seguimiento a chavales para hacerse con móviles y carteras e, incluso, uso de navajas.

En Martutene también existe otro edificio ocupado, Villa Oyón, donde los residentes han llegado a protagonizar también peleas entre ellos y donde las visitas policiales son frecuentes.

20 identificados en Herrera

Por otra parte, una operación similar tuvo lugar a finales del pasado mes de febrero en Herrera. En concreto, los tres cuerpos policiales acudieron a los pabellones de la antigua bacaladera, situada cerca de las viejas fábricas de Oxigraf y Otis Zardoya, por similares motivos. Fueron revisados estos pabellones, donde fueron identificadas unas 20 personas, de las cuales ocho fueron trasladadas por los servicios de Extranjería.

Delitos, amenazas, trapicheo a la vista y sensación de inseguridad habían llevado a algunos vecinos a ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Donostia para exigir una intervención en el lugar, así como en la antigua tienda de ropa Antolín, ahora también ocupada.

Ropa tendida en el exterior de un pabellón ocupado de Herrera. Iker Azurmendi

Residentes en la zona señalaron a este periódico que la Ertzaintza y la Guardia Municipal están en el lugar “cada dos por tres” y reclaman que se cierren los espacios que puedan ser ocupados. También critican el montón de porquería situado en el exterior del pabellón.

Fuentes municipales explicaron que el pabellón de la bacaladera no se puede cerrar ya que tiene garajes particulares que utilizan vecinos de la zona y contiene un almacén en el que sigue existiendo actividad laboral.

La fábrica Zardoya Otis, que se ha trasladado a Eskusaitzeta, por su parte, no acoge actualmente a okupas. El Ayuntamiento ordenó su vallado y así se encuentra actualmente. Otro pabellón cercano sí cuenta con moradores irregulares.

Esta antigua zona fabril de Jolastokieta cuenta con un proyecto de construcción de unas 380 viviendas.

Pabellón de la 'bacaladera', donde duermen jóvenes extranjeros, además de haber garajes y un almacén en uso. Iker Azurmendi