El alcalde de Donostia, Eneko Goia, señaló este martes que el cierre del hotel Nobu de Miraconcha se debe a que sus responsables no cumplieron los compromisos para obtener la licencia de primera utilización. Asimismo, rechazó que sea suficiente con una comunicación previa para abrir el hotel, como defiende la empresa en el recurso presentado, y recalcó que se tiene que tramitar la licencia. 

No obstante, añadió que, en este caso, cuando el hotel comunicó su apertura, en agosto, “se les habían señalado las cuestiones que había que subsanar” para obtener el permiso municipal. “Las cuestiones fundamentales, de seguridad, sí estaban bien”, dijo el primer edil, que añadió que, ante el perjuicio que podría suponer para el hotel no poder operar, se les dejó seguir con el compromiso de cumplir otros requisitos. “Ellos manifestaron voluntad y disposición de subsanar lo señalado, pero no lo han hecho”, subrayó Goia, por lo que el departamento de Urbanismo ordenó el cierre hasta que se cumplan las órdenes municipales.

Ni el alcalde ni el departamento de Urbanismo concretaron cuáles son los requisitos legales que debe cumplir el establecimiento para poder reabrir sus puertas.

El regidor añadió que el Consistorio está hablando con la empresa para ver “si algunas de las cuestiones que se les habían señalado se pueden corregir para obtener la licencia”. Además, dijo desconocer cuánto tiempo puede pasar en el proceso, que afecta a medio centenar de trabajadores.

También aseguró que el cierre del establecimiento de lujo “no tiene que ver” con la denuncia dada a conocer el viernes por la asociación de defensa del patrimonio Áncora, porque la orden de cierre municipal se había firmado antes. “Está dictada con anterioridad y por factores diferentes a los que señala” la asociación, dijo el alcalde, que añadió: “Yo no sé si son verdad o no las cuestiones denunciadas por Áncora, pero no les tengo como referencia”. Por contra, destacó la autoridad del departamento de Urbanismo, el Peppuc y el Consejo Asesor de Patrimonio a la hora de analizar los elementos que deben ser protegidos en los edificios antiguos y las obras autorizadas en ellos.

Preguntado por los motivos que han permitido que el hotel trabaje durante casi tres meses sin licencia de actividad, el mandatario donostiarra explicó que “hay una discrepancia entre su interpretación y la nuestra porque dicen que con una comunicación es suficiente y no es así”, insistió. 

Goia admitió que es la primera vez, que él sepa, que se cierra un hotel ya en funcionamiento. En enero, el Ayuntamiento suspendió la apertura de un albergue en el paseo de Arriola, un asunto que está en los tribunales.