Mientras muchos museos buscan visitantes, en el caso de la Casa de la Historia de Urgull, sucede lo contrario. Esta pasada temporada, entre abril y octubre, se han registrado en torno a 80.000 asistentes, unos 50.000 menos que en el mismo periodo del pasado año, cuando se alcanzaron los 133.600. El descenso de un 37% en los visitantes no preocupa a los responsables de la instalación, que reconocen que desean contener las cifras de visitas en el pequeño espacio ubicado en el Castillo.

La ausencia del servicio de microbús a Urgull, que se ha suprimido por primera vez en años este verano, para crear la línea de Atotxa Erreka, es un factor importante del descenso, pero no parece ser el único. Responsables del Museo de San Telmo, encargado de gestionar el centro expositivo del Castillo, admiten que también han buscado un “cierto descenso de las visitas” para mejorar su calidad.

“Se han tomado medidas para no seguir aumentado el número, que además en un porcentaje alto accedían a la Casa de la Historia solamente para subir a la terraza” y contemplar las vistas panorámicas de la bahía de La Concha a los pies del Sagrado Corazón.

De hecho, en la pasada temporada se estableció un sistema de tickets con un horario asignado para cada persona para subir a la terraza. El acceso, por unas escaleras estrechas que no permiten subir y bajar a la vez, es complicado para algunas personas. Además, se formaban colas dentro de la exposición, que invadían el espacio donde otros contemplaban las piezas de la muestra Mirando a San Sebastián.

Con las reservas para la terraza, “es mas fácil controlar el aforo y, al mismo tiempo, se ha mejorado la experiencia del visitante y la propia visita a la exposición”, explican los responsables.

El descenso en el número de visitas también puede tener que ver con que ha habido menos días de apertura. La exposición estuvo abierta la Semana Santa y la de Pascua, coincidiendo con las vacaciones escolares, y en verano, de modo continuo, excepto un día a la semana para llevar a cabo trabajos de mantenimiento.

Además, entre abril y junio y de septiembre a octubre, el museo solo funciona los fines de semana. También abre los viernes con visitas guiadas previa reserva. 

El pasado mes de abril se registraron 12.726 personas en el lugar, más que el año anterior (11.909), pero fue el único mes en el que se notó una mayor presencia de visitas. En mayo acudieron 5.309 personas, menos de la mitad que los 13.811 de 2022; en junio 4.906 personas, casi un tercio de las 11.728 del año anterior; en julio fueron 20.300 visitantes, más de 7.000 menos que el año anterior y en agosto 25.027, mientras que el año anterior fueron 32.343.

Hasta el pasado año, la asistencia anual a la Casa de la Historia ha superado a la del Museo de San Telmo. Mientras el acceso al centro cultural ubicado en el Castillo es gratuita y contaba con un microbús, en San Telmo es de pago.

La ubicación en la cima de Urgull del pequeño museo, además, lo hizo idóneo para ser conocido por los muchos turistas que acuden a conocer el monte fortificado. 

El espacio que recorre la historia de la capital guipuzcoana abrió sus puertas en 2007, en un lugar histórico de la ciudad que carecía de uso. La Casa de la Historia no solo narra el crecimiento de la ciudad desde sus orígenes sino que muestra numerosas piezas relacionadas con la navegación, el comercio, el mar, las guerras, la Belle Époque... También muestra el lado festivo de la ciudad, con trajes de la Tamborrada y otras piezas.