La Junta de Gobierno del próximo martes incluye en su orden del día la aprobación de la licencia de obra mayor para la construcción del edificio bautizado como Gastronomy Open Ecosystem (GOe), la segunda sede del Basque Culinary Center, prevista entre la avenida de Navarra y el instituto Manteo.

La obra, desde su comienzo, anunciado para el mes de noviembre, tiene un plazo de ejecución de dos años, según la licencia, por lo que el inmueble debería estar construido a finales de 2025.

La nueva construcción destinada al estudios e impulso de las empresas de gastronomía seguirá las directrices del estudio danés BIG (Bjarke Ingels Group), que ganó el concurso internacional convocado por el BCC con un proyecto titulado Olatuen bidea-Camino de Ola, que alude a su localización cercana a la playa y su perfil superior con curvas. 

El edificio vanguardista tiene como particularidad que su cubierta puede ser transitable, además de contar con vegetación para unirse al paisaje de la falda de Ulia.

La licencia de obra que aprobará el Ayuntamiento concreta que debe indicarse una previsión de aparcamiento para 147 bicicletas.

El inmueble contará con un aforo máximo de 1.140 personas, según señala la licencia, que añade que cada estancia deberá fijar el máximo de personas permitidas en un cartel. El auditorio inferior tendrá un aforo 204 personas y la escalera monumental, 300 personas.

Además, añade la licencia, en la primera planta se admitirán 575 personas; en la segunda, 700; en la tercera, 245, y en la cuarta, 170. Según aseguraron responsables del BCC recientemente, no se destinarán espacios a aparcamientos públicos.

El edificio ocupará una superficie total de 3.836 metros cuadrados y su altura total será de 22,5 metros. Será más extenso y más bajo que la previsión que figuraba antes en el Plan General de 2010, cuando se aprobó el carácter de equipamiento para la parcela, lo que ha favorecido su uso como centro de estudios gastronómicos. La zona, además, prevé incorporar dos edificios de apartamentos, aunque su construcción no tiene aún fecha de inicio.

El presupuestos de las obras asciende a 26 millones de euros. El Gobierno Vasco aportará 18, la Diputación de Gipuzkoa, seis, y el propio Basque Culinary Center, dos millones. El Ayuntamiento de Donostia participa en la financiación del inmueble en especie, ya que no da dinero pero cede el uso de la parcela por un periodo de 75 años, como aprobó este pasado verano.

La construcción en Manteo de esta segunda sede del BCC ha generado polémica en los último tiempos, como se reflejó en el Pleno del pasado jueves, con toda la oposición votando a favor de paralizar la iniciativa hasta llevar a cabo “dinámicas participativas”. La moción, sin embargo, fue rechazada por el Ejecutivo local, que destacó en la sesión que los partidos que lo integran se presentaron a las pasadas elecciones municipales sin ocultar su apoyo al proyecto, por lo que defendieron la legitimidad de seguir impulsándolo.