Recientemente un experto inmobiliario aseguraba a este periódico que los nombres propios del lujo no han llegado a Donostia, ciudad en la que, por contra, sí ha aumentado la demanda para instalar comercios con ticket medio-alto.
Mathiuet lo corrobora. “Donostia es una ciudad muy apetecible para vivir bien y también para tener una segunda residencia, y son cada vez más las personas de alto nivel adquisitivo interesadas en comprar una vivienda”. Pero, pese a todo, “hay otras regiones del mundo que siguen liderando el mercado inmobiliario del ultra lujo”.
"El tipo de turismo de lujo que llega a la ciudad es más bien discreto"
Siendo así, en la actualidad Donostia “cuenta con propiedades muy importantes en el mercado”, de ahí que inmobiliarias internacionales, como Barnes, “dedicadas a la venta de bienes inmuebles de lujo”, hayan abierto sede en la ciudad, muestra de que “hay interés por el destino”.
Además, apunta, “todavía hay margen para que marcas de moda internacionales completen la oferta de tiendas de la ciudad”.
Cuando hablamos de lujo las fiestas exclusivas son una imagen recurrente. ¿Las hay en Donostia? Existen, asegura Mathiuet, enclaves que miran a a la bahía muy adecuados con este fin, como el palacio de Miramar, “aunque el tipo de turismo de lujo que llega a la ciudad es más bien discreto”, ya que es un destino elegido más por gente que llega a “disfrutar con su familia pareja o amigos de forma discreta y anónima”.
Y aunque muchas veces los nombres no se hagan públicos, más allá de actores, actrices y directores que visitan Donostia en el Zinemaldia, “a lo largo del año vienen muchos artistas y famosos de forma muy discreta. Algunos incluso cuentan con una casa en la zona”.