La Quincena Musical, uno de los eventos culturales más característicos del periodo estival donostiarra, celebrará este 2022 su 83ª edición. Entre el 2 y el 27 de agosto, más de 70 conciertos y espectáculos llenarán los más diversos escenarios, dentro de un programa que hace especial énfasis al mundo coral. Tras dos años en los que la pandemia ha imposibilitado que esta iniciativa brillara en todo su esplendor, la ópera escenificada vuelve a estar bajo los focos, con el talento local como referente. La entradas estarán a la venta a partir del próximo lunes 20, a las 11.30 horas, tanto en la web www.quincenamusical.eus, como en las taquillas del Kursaal y del teatro Victoria Eugenia.

El programa al completo ha sido presentado este viernes en Tabakalera, en un acto donde han participado el director de la Quincena Musical, Patrick Alfaya; el alcalde de Donostia, Eneko Goia; el diputado foral de Cultura, Harkaitz Millan; y el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Andoni Iturbe. Estuvieron acompañados también por otros representantes institucionales, así como miembros del patronato de la Quincena.

La edición de 2022, que supera los dos millones de euros de presupuesto, tal y como ha confirmado Alfaya, vuelve así a funcionar a pleno rendimiento, tras dos años "de transición", debido a la pandemia, que obligó a limitar ciertos aspectos y espectáculos. Y es que vuelve este año la ópera escenificada; será La Fille du Régiment encabezada por dos cantantes donostiarras, Elena Sancho-Pereg y Xabier Anduaga, y con más voces locales en el reparto.

Además, las orquestas extranjeras recobran su espacio en los escenarios, después de un 2021 en que el número de compañías de este tipo se redujo en un 50%. La Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt o la Orquesta Filarmónica Checa son algunas de las participantes.

Como en años anteriores, si bien el enclave principal de este festival de música predominantemente clásica será Donostia, extenderá sus escenarios por todo el territorio, e incluso ofrecerá espectáculos en varios municipios de Araba, Navarra e Iparralde.

La jornada inaugural de la Quincena tendrá lugar el 2 de agosto. Habrá varias actuaciones gratuitas, como las de Trio Artio y Kea Ahots Taldea en el salón de plenos del Ayuntamiento de Donostia, la de Liana Gourdjia y Josu Okiñena en el foyer del Kursaal o la de Oñatiko Ganbara Abesbatza en la iglesia de San Vicente. Pero destaca el concierto de Monteverdi Choir e English Baroque Soloists en el Auditorio Kursaal, que será dirigido por John Elliot Gardiner.

El valor sinfónico-coral

No será está la única actuación de la que se podrá disfrutar en este espacio, ya que el Auditorio Kursaal acogerá un total de diez conciertos, de los cuales nueve serán representaciones de coros. Y es que el mundo coral, "que es tan rico en Gipuzkoa", es "una de las señas de identidad" de este festival, en palabras de Alfaya y, al mismo tiempo, un elemento que hace que la Quincena tenga "ligazón" con el territorio.

Algunas de las actuaciones que tendrán lugar en el Kursaal serán la de la Euskal Herriko Gazte Orkestra (EGO) el 5 de agosto, que celebrará su 25º aniversario interpretando la Sinfonía nº3 de Gustav Mahler; la de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt el 21 de agosto, que desde que debutó hace 40 años en el festival, es invitada habitual; o las de la Orquesta Filarmónica Checa los días 26 y 27, una de ellas junto con el Orfeón Donostiarra.

Ciclos

Otro de los signos distintivos de la Quincena Musical son los ciclos especializados que, repartidos en distintos espacios de la capital guipuzcoana, suponen una "variada oferta" para las personas aficionadas a la música clásica. Uno de ellos es el Ciclo de Órgano, que este año se desarrollará bajo la dirección artística de Ana Belén García, tras años de trayectoria bajo el paraguas de Esteban Elizondo. Quince conciertos que inundarán con sus melodías las iglesias guipuzcoanas, desde Donostia hasta Ataun, pasando por Tolosa.

También habrá Ciclo de Música Antigua, con cinco conciertos de repertorio previo a 1750, que se representarán en el Museo San Telmo entre el 4 y el 20 de agosto. Otro será Ciclo de Música de Cámara, con el Museo San Telmo como escenario, y que recorrerá en otras cinco actuaciones, entre los días 6 y 25, la música del siglo XVIII hasta lo contemporáneo.

Por tanto, se representará a su vez el Ciclo de Música Contemporánea, a través de cuatro conciertos en las salas polivalentes del Kursaal, entre el 8 y el 24 de agosto. Para cerrar esta categoría de ciclos, se contará con el Ciclo de Jóvenes Intérpretes, que ofrecerá entre el 22 y el 25 de agosto "una inmejorable oportunidad para constatar la calidad de los músicos que se forjan en el seno de Musikene".

Danza

Más allá de los conciertos musicales, la danza también tendrá su espacio en la Quincena. En concreto, dos: el Teatro Victoria Eugenia, con espectáculos como la original propuesta del Ballet Flamenco de Andalucía y su particular homenaje a Federico García Lorca; y Tabakalera, que con su ciclo Tabakalera Dantzan apostará por demostraciones más experimentales.

Fuera de Donostia, lo que se conoce como la Quincena Andante recorrerá otros municipios guipuzcoanos, como Getaria, Zumaia, Hondarribia o Errenteria; también alaveses, como Kanpezu o Artziniega; y localizaciones navarras, como Leire, o de Iparralde, como Senpere. También será la ocasión para que la música clásica se mezcle con otros géneros o disciplinas, ya que se contará con la participación de cantantes como Eñaut Elorrieta o bertsolaris como Xabier Euzkitze.

Homenaje

La 83ª edición del festival también servirá para recordar y hacer una mención especial al compositor donostiarra Pablo Sorozabal, coincidiendo con el 125 aniversario de su nacimiento. Además que su música estará presente en diversos conciertos de la Quincena, el 7 de agosto se interpretará su zarzuela La tabernera del puerto, con la soprano Miren Urbieta-Vega en el papel de Marola y Andeka Gorrotxategi representando a Leandro. En el foso estará la Orquesta Sinfónica de Bilbao, que conmemora su centenario también este 2022.

Desde sus comienzos en 1939 y a lo largo de 83 ediciones, la Quincena Musical ha crecido y evolucionado, hasta convertirse en el festival actual, en el que creadores internacionales músicos locales conviven y se retroalimentan entre sí. "Una de las cosas que intentamos es que la Quincena, hasta cierto punto, sea motor, que podamos contribuir", ha incidido Alfaya, "a poder llevar el talento local fuera de las fronteras" de Gipuzkoa.