donostia - Representantes municipales se reunirán con las familias Chillida y Peña Ganchegui el próximo lunes para estudiar alternativas para los últimos metros del Peine del Viento. El Gobierno municipal encargó a finales de abril los trabajos para estabilizar la ladera de Igeldo que prevén el cierre de los 40 metros finales al público, al considerar que no puede garantizarse la seguridad de los viandantes. Sin embargo, las familias de los autores del Peine del Viento consideran que eso comprometería la obra y pidieron al Consistorio que analizara otras opciones. Se encargó un nuevo estudio y en la reunión de la próxima semana se estudiará la viabilidad de posibles alternativas, aunque el alcalde, Eneko Goia, ya declaró que en ningún caso se comprometerá la seguridad de los ciudadanos.

A la espera de concretar lo que suceda en esos últimos 40 metros, las obras para estabilizar la ladera que ejecuta la empresa especializada Teinsa van a buen ritmo y está previsto que concluyan para el 2 de agosto. Hasta ahora se ha colocado ya una pantalla dinámica de tres metros de altura montada sobre postes metálicos que recogerá los bloques que se puedan desprender del monte. En la parte inferior se ultima la colocación de una gran malla de cable para retener el empuje de las piedras: aunque ahora el color marrón de la malla distorsiona el aspecto de la ladera, está previsto que quede más integrada cuando la vegetación la cubra.

El Peine del Viento se cerró al público en julio del año pasado después de que un desprendimiento causara heridas leves a varias turistas en junio y tras detectar la inestabilidad de la ladera. Se encargó a LKS un estudio geológico para comprobar el estado del monte y analizar las posibles soluciones para estabilizarlo, que son las que finalmente se están ejecutando. El informe consideraba que en los últimos metros existen “importantes voladizos y zonas de irregularidad geométrica extrema”, por lo que consideraba que colocar una malla sería complicado e insuficiente y recomendaba cerrar esa área.