La asociación de personas jubiladas Basotxo de Aretxabaleta ha vuelto a cumplir, una edición más, con una de sus tradiciones más queridas: el homenaje a sus socias y socios que han alcanzado los 90 años. Un acto que se celebra desde hace más de dos décadas y que la junta directiva prepara siempre con mucho cariño, respeto y memoria.
Las personas homenajeadas este año nacieron en 1935, en la antesala del estallido de la Guerra Civil española, en un tiempo de enormes dificultades. Fueron niños y niñas en una época marcada por la escasez, la incertidumbre y el esfuerzo diario. Hoy, nueve décadas después, son testigos vivos y protagonistas de la profunda transformación de Aretxabaleta.
La sala Karmele Igartua aretoa, ubicada en el antiguo convento, fue el sábado el escenario de este acto cargado de simbolismo, en el que el presidente de Basotxo, Jokin Antxia, contextualizó el Aretxabaleta de 1935, señalando que por entonces era un pueblo “de 2.300 habitantes, cerca de un tercio de la población actual”.
Rememoró también algunos episodios de aquel tiempo, como el de la puesta en marcha de la empresa Cerrajería Valle de Leniz o el inicio de la construcción del viejo cuartel, que “se levantó en un tiempo récord de seis meses, inaugurándolo en enero de 1936. Se hizo, además, un repaso individual por cada una de las y los homejeados, componiendo un retrato colectivo de un Aretxabaleta que ha ido evolucionando, dejando atrás fábricas, oficios y comercios que ya no existen, pero que formaron parte del corazón económico y social de la localidad. Algunas de estas personas trabajaron en lugares como Laminación Lezama, Fajas Lirain o la zapatería Romualdo, espacios hoy desaparecidos pero que siguen latiendo en el recuerdo.
Por su parte, el alcalde Garikoitz Iturbe y la edil Nerea Zubillaga agradecieron la “valiosa contribución” de estos vecinos y vecinas “al Aretxabaleta que hoy conocemos”.
Las y los homenajeados
Las personas que recibieron el reconocimiento fueron: Jesús Agiriano Urgumez, Timoteo Bengoa Mazmela, Dolores González Prieto, Garbiñe Gaztañaga Akizu, Leonor Medrano Ledesma, Josune López Armentia Belunza, Antonio Villar Pérez, Julián Zubia Iñurrategi, Francisco Miguel García, Miren Aranzazu Zabala Altube, Marina Andueza Sanz, Mª Josefa Iturrospe Peña, Cesárea Cantero Durán, Martina Arando Uribe, José López Quintas, María Asunción Zuazabeitia Iza, Ana María González García, Mari Tere Madinabeitia Barandiaran y Mari Carmen Olañeta Guruzeta.
Acompañadas y acompañados por sus familiares, vivieron un momento tan emotivo como cercano, en el que no faltaron el aurresku, el sonido del txistu, la actuación del coro de Basotxo, y pequeños detalles preparados con afecto. Cada protagonista recibió un pañuelo y un obsequio, y el encuentro se cerró con un buen chocolate, poniendo el broche cálido a una cita especial.