TRABAJO extra, ingresos extra, personal extra, pedidos extra? Quedan solo unas horas para que comience la Aste Nagusia donostiarra y los establecimientos hosteleros van haciendo sus previsiones para una de las épocas más intensas en lo que a cantidad de trabajo se refiere.
A principios de semana ya se veía un volumen importante de barriles de cerveza descargando en las terrazas del Boulevard. "El hecho de que el día de la Virgen caiga en jueves facilita las cosas a la hora de hacer pedidos, porque no se solapa con el fin de semana", señala Andrés López, propietario de la cervecería Garagar. Y es que parece que los establecimientos han ido acostumbrándose a planificar día a día sus quehaceres, en vez de hacer sus previsiones para toda la semana. Según indica Federica Sanna, encargada de una de las heladerías Boulevard, "sabemos que si en un día normal de verano vendemos veinte cubetas de helado de yogur, en una jornada de Semana Grande podrían ser cincuenta, pero como pedimos a diario a la heladería que está junto a Kuskulo, que es la que elabora el helado, podemos ir ajustando cuánto queremos".
Es una semana en la que también se nota el ascenso de la demanda de toda clase de dulces, sobre todo croissant y pastel vasco, ya sea para compartir con la familia o para degustar en terraza. En la pastelería Oiartzun, situada frente al Ayuntamiento, tienen claro que "los hábitos han cambiado mucho. Ahora es común que la gente, después de cenar, venga aquí a tomarse un café y un pastel, así que ampliamos el horario", señala una de las empleadas. Si normalmente cierran a las nueve de la noche, la semana que comienza mañana lo harán en torno a la medianoche para aprovechar el tirón de los fuegos artificiales, del que se han beneficiado históricamente las heladerías.
Para Gartxot Unsain esta será su séptima Semana Grande detrás del mostrador de la heladería en la que trabaja, de la que destaca en las noches de la Aste Nagusia "no tanto la cola de gente, sino que estamos hasta diez personas para despachar y nos tenemos que esquivar". Los quince minutos que duran los fuegos se aprovechan para reponer servilletas y cubetas de helado, porque los clientes aparecen "antes o después". No dudan en prorrogar la hora de cierre tampoco hasta las tres de la madrugada. En torno al concurso pirotécnico también giran los cambios en la cocina de Joana Linares, que menciona los bocatas como encargo estrella de estos días, "sobre todo de lomo y calamares, y se los llevan para comerlos durante los fuegos", más los nacionales y no tanto los extranjeros.
redoblando pedidos
Los números
Y no por muy previsto el volumen de trabajo y pedidos de la Aste Nagusia deja de impresionar. Gorka Redondo, del bar Hori Da de la calle Narrika lo resume, mientras descarga botellas de vino, en una sola frase: "La Semana Grande sería como un sábado cualquiera de agosto, pero a diario". Son días, indica, sobre todo de cerveza y Coca-Cola: "Hemos pedido 150 cajas de Coca-Cola normal, cuando en una semana cualquiera pedimos veinte; y cuatro veces más cerveza que la que encargamos de manera habitual", concluye.
En todo caso, y ante una temporada estival que de momento presenta unos números positivos gracias especialmente a los visitantes extranjeros, la Aste Nagusia habrá de cuadrar el balance final que haga el sector del verano 2013.