Donostia. La perforación del primero de los tres tramos del colector de Santa Catalina, que comenzó a ejecutarse el pasado 22 de marzo, finalizó ayer con la llegada de la cabeza de la máquina al pozo ubicado junto al colegio de San José.

El primer tramo tiene una longitud de 265 metros y une bajo tierra la distancia entre el parque de Amara y el paseo del Árbol de Gernika, junto al citado centro escolar. La máquina de hinca ha atravesado la tierra cinco veces más rápido de lo previsto a causa de las características arenosas del terreno, que son muy favorables para este tipo de obras.

Según explicó Aguas del Añarbe, la potente microtuneladora -que permite que no sea necesario abrir una gran zanja a lo largo del paseo y mantener la mayor parte del arbolado- ha avanzado cerca de doce metros al día, lo que ha posibilitado la colocación de una media de casi cinco tubos de 2,5 metros de largo cada uno y concluir así el primer tramo del colector.

La obra para crear un nuevo colector entre el puente de Santa Catalina y la calle Azpeitia, bajo el paseo que jalona el río Urumea, permitirá renovar entera la gran tubería de las aguas residuales entre el mencionado puente y la calle de Amara que conecta con la red de saneamiento que lleva hasta la depuradora de Loiola.

Para la obra, se han ejecutado cuatro pozos a lo largo del paseo junto al río y la máquina de hinca va de uno a otro. Una vez finalizado el tendido del primer tramo de colector, la máquina se extraerá del pozo de salida y se volverá a colocar en el llamado "pozo de ataque" ubicado junto al parque de Amara, en esta ocasión para dirigirse en dirección contraria, es decir, hacia la calle Azpeitia. El último tramo será el que conecte el colegio de San José con el puente de Santa Catalina, donde se encuentra en la actualidad una estación de bombeo. Esta dejará de ser necesaria ya que la nueva conducción llevará las aguas en dirección a Loiola por gravedad, ya que tiene una ligera inclinación.

La obra cuesta un total de 3,4 millones de euros. La Agencia Vasca del Agua Ura financia un 75% y Aguas del Añarbe, el 25% restante.