donostia. Crisis, crisis, crisis. Aunque a simple vista ayer en el Centro y la Parte Vieja donostiarras casi no se percibieran las consecuencias de la situación económica, se produjeron pequeños detalles que hacen ver que los recortes también llegaron a Santo Tomás.
De la tradición que hasta algunos años mantenían bastantes bares de la capital guipuzcoana ya casi no queda rastro. Pocos eran los establecimientos de toda esta zona que ayer repartían pintxos de txistorra gratis a sus clientes. Y quienes lo hacían veían cómo los platos pasaban de estar llenos a vacíos en tan solo unos segundos.
En la mayor parte de los locales si alguien quería comer txistorra tenía que pagar. Los precios, más baratos que los de los talos -cuatro o cinco euros-, hicieron que muchos se animaran a degustar en los bares pequeñas porciones de este manjar. "Nosotros no nos podemos permitir ponerlos gratis", explicaba la camarera de uno de los establecimientos de la Parte Vieja.
Sin embargo, alguno cercano a la plaza Gipuzkoa mantuvo la costumbre y de cuando en cuando repartía entre el público varios pintxos. "Casi no nos da tiempo a ponerlos en la barra y ya nos devuelven los platos vacíos", decía el responsable del bar.