La plaza de Cervantes se abre parcialmente al paso de peatones
Cierran al tráfico El tramo de la avenida situado entre las calles Loiola y Urbieta Desaparece el aparcamiento para motos de la calle Easo, donde se ha habilitado un tramo de carga y descarga
Donostia. Los alrededores de la plaza de Cervantes son estos días uno de los puntos más calientes de la ciudad. El área central se ha abierto al paso de los peatones, que ya pueden atravesar la plaza desde la barandilla del paseo de La Concha hasta la esquina con la avenida de la Libertad.
A ambos lados de esta franja abierta continúan vallados los espacios laterales, donde prosiguen el resto de las obras de urbanización de Cervantes, en el lateral bordeado por la calle Miramar y los jardines de Alderdi Eder, y la construcción del centro de deporte adaptado subterráneo, en la zona más próxima al hotel de Londres.
La escultura de Don Quijote y Sancho Panza ha sido recolocada en la misma plaza, sobre una nueva peana que representa un mar de peces, y se puede observar desde el pasillo transitable, aunque por el momento queda protegida en la superficie acotada en el lado de la calle Miramar. Este espacio permanecerá cerrado hasta finales de junio o principios de julio, cuando también está previsto que empiece a funcionar el aparcamiento subterráneo de la misma plaza.
El lado opuesto de Cervantes, donde se concentran las obras del centro adaptado y ya se ha colocado la estructura que albergará uno de los ascensores de acceso a las plantas inferiores, no se abrirá hasta finales de este año, coincidiendo con la puesta en marcha de la instalación.
Los trabajos en el subsuelo han alcanzado ya la superficie de la plaza, donde también es posible distinguir el trazado del bidegorri que la atravesará, desde el hotel de Londres hasta los jardines de Alderdi Eder.
Muy cerca de este punto, en la calle Easo, se cerró ayer un carril de circulación, entre los portales de los números siete y quince, para pintar las líneas amarillas que identifican ese tramo como espacio destinado a la parada de autobuses públicos y zona de carga y descarga, de 8.00 a 20.00 horas. En esa franja se ha eliminado el anterior aparcamiento para motos, aunque se ha habilitado otro más pequeño en el lado opuesto de la calle (frente al número cuatro).
En el tramo final de la calle Easo, situado frente al hotel de Londres, el carril derecho permanece reservado al paso de los taxis que acceden a la parada de la Avenida, y los vehículos privados están obligados a girar en sentido hacia la calle Zubieta o hacia Urbieta por San Marcial.
Dos agentes de Movilidad trataban ayer de controlar el tráfico precisamente al final de la avenida de la Libertad, el primero en la intersección con las calles Urbieta y Miramar, y el segundo en el cruce con Loiola y Garibai. El cierre de los dos carriles de circulación de vehículos en sentido hacia Gros, entre las calles Urbieta y Loiola, provocó la confusión de los conductores que circulaban por la zona, no sin dificultad, y especialmente en las horas punta, debido a los últimos cambios y a la densidad del tráfico que se concentra en ese punto.
Zuloaga Por otro lado, el busto dedicado al pintor Ignacio Zuloaga, antes ubicado frente al museo San Telmo, y que fue retirado para acometer las obras de reurbanización de la plaza que lleva su nombre, no tiene aún un destino decidido.
Fuentes municipales explicaron ayer que el Ayuntamiento estudia actualmente cuál es la ubicación más adecuada para la escultura.