Caras largas en el Ayuntamiento

SILENCIO y abatimiento en el Ayuntamiento de Donostia. Pocos se atrevieron ayer a hacer declaraciones junto a los despachos de EA, Hamaikabat, Aralar y Alternatiba, el PNV, el PP y el PSE-EE. La mayor parte tendrán que ser reconfigurados para acoger a los nuevos ediles.

Los ánimos de la concejala del PSE-EE Marisol Garmendia estaban bajos, aunque subrayó que "lo importante no es cómo se empiece, sino cómo se acabe", toda una declaración de intenciones.

Su compañero socialista, el edil de Playas, Parques y Jardines, Alberto Rodríguez, admitió estar "triste" por los resultados, y porque cree que "esta ciudad necesita a Odón Elorza como alcalde". Sobre Bildu: "No sé... los votos están ahí. La ciudadanía tampoco se equivoca siempre", se limitó a comentar. "Hay que tirar para adelante", añadió.

Los despachos de EA y Hamaikabat se encontraban absolutamente vacíos durante la mañana de ayer. En el de Alternatiba y Aralar apenas hubo movimiento en las horas matutinas, hasta que la representante de Aralar, Ainhoa Beola, visiblemente emocionada, hizo un balance positivo de su gestión al frente de los departamentos de Euskera, Igualdad y Cooperación en los últimos cuatro años. También felicitó a Bildu por los resultados obtenidos en los comicios, y según señaló, esa misma mañana había ido al Inem para registrarse en las listas del paro, ya que no podrá renovar su mandato por no haber logrado los votos suficientes.

Advertencias y puertas abiertas

Nadie concreta sus posiciones

Del PNV, sólo su portavoz municipal, Xabier Ezeizabarrena, y el concejal Martin Ibabe hicieron acto de presencia en los pasillos de la casa consistorial. Ibabe, que repetirá como concejal, permaneció mudo, y Ezeizabarrena se dejó ver sin apartar el teléfono móvil de su tímpano. Se limitó a recordar que el regidor en funciones, Odón Elorza, había prometido que "no iba a ser alcalde" si el PSE-EE no era la lista más votada. "Lo tiene firmado", dijo.

En las dependencias del PP tampoco había mucho movimiento. Sólo los ediles Carlos Sancho y José Luis Arrúe rondaban por allí. Arrúe, que también continuará, quiso esquivar el tema de la jornada con un "estoy muy contento por la Real", aunque acabó explicándose: "Está claro con quién no podemos y con quién puede ser posible" un pacto.

En torno al medio día llegó la portavoz del PP, María José Usandizaga. Destacó que tanto el PP, como el PSE-EE y el PNV "tienen una responsabilidad ante los ciudadanos de llegar a un gobierno estable, por el bien de los donostiarras y más allá de los intereses de los partidos". Asimismo, expresó su satisfacción por los resultados de las elecciones para el PP e incidió en que los populares están "preocupados por lo que puede ser la gobernabilidad" de Donostia.

Los últimos en aparecer fueron los socialistas Enrique Ramos y Denis Itxaso, que no quisieron hablar. El primero se mostró abatido y el segundo reconoció sentirse "mal".

El portavoz de EA que continuará como concejal por Bildu, Ricardo Burutaran, se acercaba al Ayuntamiento por el Boulevard, cuando resaltó que "la ciudadanía quería un cambio y precisamente eso es lo que ha demostrado el resultado de ayer". Desde su punto de vista, los donostiarras consideran que la etapa de Elorza "ha terminado", lo que "es un motivo de alegría" para Bildu.

Ayer fue una jornada de incertidumbre sobre el futuro de la Alcaldía. Se hacían cábalas, pero nadie avanzó posiciones sobre hipotéticos pactos entre PSE-EE, PP y PNV para hacerse con el Gobierno al margen de Bildu. Estas cuestiones se cuecen en las Ejecutivas de los partidos.