ladrillos caídos, mobiliario deteriorado, desniveles, socavones, filtraciones de agua en los garajes, sensación de inseguridad... Todo esto ha pasado a la historia en las terrazas y plazas de las torres 1 y 3 de la calle Txapinene, 20 y 22 del paseo de Altza y 94 del paseo de Larratxo, una zona que fue construida en la década de los 70 y reclamaba a gritos ser reformada.
Tras un largo año de obras y una inversión de 2,3 millones de euros, esta superficie de 8.500 metros cuadrados ha sido totalmente reformada en beneficio de las más de 300 personas que residen en la zona. Los vecinos llevan dos meses disfrutando de las mejoras, pero la inauguración oficial tuvo que esperar hasta el sábado. El acto contó con la asistencia del alcalde, Odón Elorza, quien visitó in situ las mejoras de esta zona alta de Altza.
Tal y como se recordó en la inauguración, se trata de la reurbanización más importante de las llevadas a cabo hasta la fecha en el barrio. Y es que, como señaló el primer edil, aparte de mejorar la accesibilidad y crearse nuevas zonas de juego infantiles, se han adecentado los espacios verdes y se han pavimentado los suelos, que han sido impermeabilizados.
La empresa Campezo Erga ha sido la encargada de ejecutar las obras, que han contado con un presupuesto de 2.358.635,09 euros. El coste de la intervención, además, ha sido íntegramente sufragado por el primer Plan Zapatero, el Plan de Inversión Local para el Fomento del Empleo.
Para poder iniciar los trabajos fue necesario que los vecinos de la zona cediesen los solares al Ayuntamiento, ya que éstos eran de titularidad particular. Elorza comunicó al respecto que el Ayuntamiento no pretendía "limitar ninguno de los derechos" que tenían los propietarios, sino que quería "dignificar la zona y revalorizar las viviendas". Para ello, fue indispensable que las comunidades de propietarios cediesen los suelos.