Kawa Leauma estaba disputando su cuarta temporada en el Ampo Ordizia y se encontraba "muy a gusto" en Goierri. Jon Txurruka fue el director deportivo que fichó al neozelandés, y afirma que el segunda línea se encontraba "muy contento" en el club, y "su idea era jugar aquí más años. Se encontraba muy a gusto".

Antes de recalar en el Ordizia, Leauma había jugado en las máximas categoría de Nueva Zelanda y Australia, un escalón por debajo del Super Rugby. El segunda línea llegó desde los Sydney Rays, y también había jugado en Auckland Union, Manukau Rovers, Mt Wellington y Papatoetoe. Txurruca explica que "cuando le vimos jugar no dudamos mucho. Es uno de los jugadores con los que más contento me he sentido por haberle contratado. Era muy buen profesional, muy buena persona y muy buen jugador. Muy bueno dentro y fuera del campo".

Sobre el terreno de juego, Leauma "era un jugador muy completo, todo lo hacía bien. Era el adhesivo que une el engranaje, muy buen defensor, buen jugador en melé...hacía que al contrario le costara mucho más jugar. Era muy importante en el campo, a pesar de que no era de los que hablaban o de los que más ruido metían. En la calle también era muy discreto, pero era muy cariñoso y muy accesible. Nunca tuvimos ningún problema con él. Le hicimos un primer contrato por un año y antes de que terminarna le renovamos dos años más".

Leauma había recibido clases de castellano y "estaba mejorando" con el idioma. Su esposa, Tali, estaba muy integrada en la localidad. Había vivido con él varios años en Ordizia y, aunque actualmente se encontraba en Nueva Zelanda, tenía la intención de volver dentro de unas semanas. Trabajaba como profesora de inglés y llegó a jugar en el equipo femenino del club hace unos años, junto a la esposa de Sio Moala, que ahora milita en el VRAC.

El fallecimiento de Leauma ha sentado como un mazazo en el club. Txurruka relata que "los chavales están destrozados. Ha dejado una huella muy grande. Le vamos a echar mucho de menos".