El urretxuarra Imanol Garciandia vivirá este viernes a las 16:30 horas su primera semifinal olímpica en una edición que ha supuesto el debut en unos Juegos. Una cita que ya sabía de antemano que no iba a estar exenta de dificultades, ya desde la fase de grupos, y que volverá cruzar a la selección alemana ante la que cayeron la semana pasada. Un duelo igualado en el que el guipuzcoano confía en las opciones de su equipo: "Si conseguimos dar nuestro nivel desde el principio...".

Al equipo que dirige Jordi Ribera le ha costado afrontar distintos momentos de los partidos disputados hasta la fecha. Garciandia así opina: "Creo que ya se ve que hay veces que nos cuesta adaptarnos al rival, pero que cuando nos ponemos a lo nuestro y damos nuestro nivel, hacemos mucho daño".

"Contra Egipto al principio nos costó mucho generar ocasiones y en los lanzamientos. Al descanso nos fuimos cuatro goles abajo y con solo ocho marcados, que es una marca muy pobre, pero en este equipo sabemos que somos capaces de tener esos malos momentos, pero también de tenerlos muy buenos", explica el lateral de Pick Szeged, que tuvo al seleccionador egipcio, Juan Carlos Pastor, como entrenador dos años en Hungría.

Imanol Garciandia lanza a portería en el partido contra Eslovenia en los Juegos Olímpicos Sasa Pahic Szabo / IHF / Kolektiff

"No sé si decir que estábamos tranquilos porque queríamos darle la vuelta, pero sí que teníamos la confianza de que pese a la primera parte que hicimos sobre todo en ataque, era posible si la defensa con Gonzalo (Pérez de Vargas) seguía funcionando y arreglábamos el ataque. Sufrimos muchísimo hasta el final, pero nos mantuvimos vivos, en pie, y lo conseguimos", resume Garciandia un partido que volvió a evidenciar un hilo invisible que cose a toda la selección. Que hace que no se deshilache.

Un factor que no es nuevo. Hereditario: "Yo creo que llevo tres años en la dinámica de la selección y Kauldi (Odriozola), tres y medio, y a cada jugador que entramos se nos dice que en todo partido, por muy mala pinta que tenga, estamos vivos. Recuerdo ese partido contra Noruega en un Mundial que estábamos totalmente eliminados y en el último segundo conseguimos clasificarnos con un gol. Nosotros ya hemos vivido cuatro o cinco situaciones extremas que han caído de cara".

"Eso te da una confianza de saber que si llevas el partido vivo hasta el final, puede pasar cualquier cosa. Eso es lo mejor que tiene este equipo, no tanto una simple fe de creer y no ceder, sino que probamos todo lo que haga falta durante un partido: cambios de defensa, o en ataque como el otro día con el 7 contra 6… hasta que algo funciona", explica la fórmula Garciandia, que avisa que no es una cuestión simplemente de creer, sino que hay que hacer más: "Hay momentos que pueden parecer un poco desastrosos porque nada sale, pero el equipo está probando alternativas hasta que una funcione. El equipo tiene esa capacidad de adaptación, una inteligencia táctica de probar muchas cosas y hacerlas con sentido".

"A veces se dice que no somos tan buen equipo como otros. Y quizá nombre por nombre pueda ser, pero como equipo sí que lo somos"

El hecho de haber pasado con anterioridad por situaciones similares de elegir cortar el cable rojo o el cable azul suele resultar de ayuda: "Como ya hemos vivido estas situaciones antes, eso nos aporta mucho. A veces se dice que no somos tan buen equipo como otros. Y quizá nombre por nombre pueda ser, pero como equipo sí que lo somos".

¿Alemania o Francia?

Al igual que Kauldi Odriozola, Garciandia tampoco dedicó mucho tiempo a pensar qué rival prefería que ganara los cuartos de final que seguía al triunfo de España: "Hay dos maneras de verlo: Alemania estaba jugando mejor que Francia, que andaba más escasa en cuanto a juego. Por ese lado, prefieres evitar a Alemania. Por otro lado, siempre esperas que Francia se despierte y alcance su nivel. Podía ser en semifinales y que tuviéramos muchos problemas. No sé muy bien".

La selección teutona, dirigida por el exbidasotarra Alfreð Gíslason, ya fue rival de España hace una semana: "Hemos jugado contra ellos en un día que no tuvimos muy buena suerte. Tenemos confianza en sacarlo adelante, porque también tenemos ese precedente para analizar, ver qué funcionó y qué no. tenemos esa capacidad de adaptación para interiorizarlo. El partido será duro, eso seguro".

Dar el nivel óptimo cuantos más minutos sea posible será la principal clave de la selección española, según Garciandia, que preferirá un final de encuentro más tranquilo, aunque si el todo acaba como contra Egipto, también valdría, confiesa entre risas: "Si conseguimos dar nuestro nivel desde el principio, podremos vivir un partido con menos estrés, más allá de cómo pueda terminar. Ojalá podamos llegar a un final del partido que no sea como contra Croacia y Egipto, haciendo la goma por debajo todo el rato, aunque si es para terminar igual, también firmaríamos".