El Real Unión ha presentado alegaciones por “una posible alineación indebida” del Extremadura el pasado sábado en el Stadium Gal, que compareció con varios futbolistas de su filial ante la crisis institucional que sufre y ha provocado la desbandada de la mayoría de jugadores de su primer equipo. Pese a esa situación, los visitantes consiguieron vencer 0-1 en un encuentro en el que el conjunto irundarra incluso falló un penalti.

El club unionista avisa a la Real Federación Española de Fútbol, según publica Cope Extremadura, que “las características que presentaban una parte importante de los dorsales que conformaban, no solo la alineación titular del Extremadura, sino también los que estaban en el banquillo, que reúnen indicios de un posible incumplimiento de las bases de competición sobre las licencias federativas, que pudiera llevar aparejada una suerte de alineación indebida”.

Según el Real Unión, que de momento guarda silencio, en el once titular del equipo extremeño, que para no incurrir en una segunda incomparecencia motivo de expulsión de la competición armó un equipo de circunstancias entre las pocas fichas del primer equipo (dio la carta de libertad en Navidades al resto) y del Extremadura B (del grupo 14 de la Tercera RFEF), había “cinco jugadores que disponían de un dorsal menor al número 24, por tanto, del primer equipo, correspondiendo el resto de dorsales a ordinales superiores (28, 30, 32, 33, 34 y 35 en el equipo titular y 25, 27 y 36 en el banquillo), esto es, pertenecientes supuestamente al filial, lo que supone una infracción”.

A su entender, esta circunstancia genera una “desconfianza” que lleva a pensar que el Extremadura incumpliría el precepto que indica que durante toda la temporada los equipos de Primera RFEF deben tener 18 licencias del tipo P, lo que “de acuerdo al artículo 142 del Reglamento General de la RFEF” supone que los jugadores que jugaron con un dorsal superior al número 25 “antes del encuentro debieron entregar el contrato suscrito entre club y jugador al Instituto Nacional de Empleo y estaban dados de alta en la Seguridad Social”.

El equipo que preside Igor Emery tras la compra del club en verano concluye que “dentro del contexto de la presencia de numerosos indicios acerca de graves irregularidades en la alineación del Extremadura en relación al número de los dorsales y la posible ausencia del número mínimo de jugadores con licencia P, albergando serias dudas de que se hayan cumplimentado debidamente los requisitos establecidos en el citado protocolo por parte de los responsables del club, de tal forma y manera que si algún jugador alineado en cualquier momento no reúne dichos requisitos federativos, su intervención en el encuentro llevaría aparejada la consideración de alineación indebida”.

En caso de que la RFEF entre al fondo del asunto y atienda la alegación del equipo de Irun, podría quedar modificado el resultado final. El conjunto que entrena Aitor Zulaika, crítico en la rueda de prensa posterior al partido con parte de la afición local por el trato que dieron a los futbolistas locales, cayó 0-1 en un encuentro contra un Extremadura que acudió con una convocatoria de circunstancias, compuesta por 12 jugadores de campo y dos porteros.