- A rey muerto, rey puesto. Gaizka Garitano ya es historia en el Athletic y desde ayer tarde Marcelino García Toral ejerce como el nuevo técnico del conjunto rojiblanco después de completar en las instalaciones de Lezama la primera sesión al frente de los leones. Hoy le tocará comparecer ante los medios de comunicación a modo de presentación oficial y, a la vez, a modo de la que será la previa de su estreno en el banquillo bilbaino curiosamente frente al Barcelona, el rival ante el que conquistó el título de Copa en 2019 a los mandos del Valencia.

Marcelino recala en el conjunto rojiblanco con el objetivo de imponer un modelo futbolístico que rompa con la era Garitano. Se trata de dos ideas diferentes de ver el fútbol. El asturiano, del que se conoce su peculiar carácter, se ha manifestado como un libro abierto. Es un defensor a ultranza del 1-4-4-2 con sus correspondientes variantes en función del tipo de partido que le toque gestionar. Lo ha dicho en infinidad de ocasiones: "Es el sistema que más me gusta porque considero que es el más fácil de entender y desarrollar". El asturiano gusta de una propuesta equilibrada y ambiciosa, peor también tiene argumentos que coinciden con el ideario de Garitano: "Creo que todos los equipos buenos se hacen fuerte desde atrás. Para mí, jugar bien es que el rival no te haga ocasiones".

No se espera que el asturiano recurra a una llamativa revolución respecto al plan habitual de Garitano, sobre todo porque el plantel necesita cierto tiempo para asumir los nuevos conceptos que quiere aplicar Marcelino, quien ha manifestado en reiteradas ocasiones "procurar que el futbolista disfrute con su trabajo e intento evitar que tenga dudas respecto a nuestra manera de actuar con él".

Obsesionado con las pautas alimentarias y exigente con el trabajo de sus pupilos, el nuevo entrenador del Athletic tiene la misión de hacer encajar su idea con los mimbres de los que dispone desde, con lo que se intuye que efectuará ciertas modificaciones en el sistema y algunas variaciones en las posiciones de determinados jugadores, al mismo tiempo que los que apenas contaban para Garitano ven cómo se les abre una puerta.

Se como fuere, el Athletic aguarda al Marcelino que dejó una gran huella en el Valencia, al que metió dos años seguidos en Champions además de la conquista de la Copa. Su 4-4-2 se basa en la fortaleza defensiva, por lo que apenas tocaría el cuarteto habitual, con las alternativas de Unai Núñez y De Marcos a Yeray y Capa. Pide recorrido a los dos laterales, aspecto en el que no detectaría déficit, en tanto que suele apostar por dos jugadores de diferente perfil en la medular, estilo Coquelin o Kondogbia en un caso, y estilo Parejo, en el segundo. Encajarían, por tanto, los Dani García, Vesga o Vencedor, en el primer supuesto, con Sancet, Unai López o el mismo Zarraga, en el segundo, sin descartar la variante de Muniain, al que debe buscar acomodo. Por los costados, gusta de extremos o interiores, con opciones para el mismo capitán, Berenguer, Morcillo, Ibai, Iñigo Vicente, Córdoba o incluso De Marcos y Raúl García. Más dudas emergen en los dos delanteros, uno que fije a los centrales rivales y otro más dinámico. Una pareja que debería salir de los Williams, Villalibre, Raúl García y Kodro.