ATLÉTICO DE MADRID Oblak; Vrsaljko (Saúl, m. 57), Savic, Felipe, Hermoso, Carrasco; Llorente, Koke, Lemar (Torreira, m. 70); Joao Félix (Correa, m. 70) y Luis Suárez (Giménez, m. 80).

GETAFE Rubén Yáñez; Iglesias, Djené, Etxeita, Olivera; Portillo, Maksimovic, Timor (Patrick, m. 88), Cucurella; Mata (Enes Unal, m. 69) y Ángel.

Gol 1-0, m. 20: Luis Suárez.

Árbitro Mateu Lahoz (C. Valenciano). Amonestó a los locales Savic (m. 26) y Giménez (m. 84); y a los visitantes Ángel (m. 24) y Timor (m. 75).

Estadio Wanda Metropolitano.

- Inconformista, contundente y goleador, el uruguayo Luis Suárez es una mina para el Atlético de Madrid, que sigue lanzado en la Liga a golpe de victorias, diez en las últimas once jornadas, y que superó anoche al Getafe (1-0) para expresar a sus competidores que no será nada fácil bajarlo del liderato. Nada más ha perdido siete de los 42 puntos por los que ha competido hasta ahora y desprende tanta vitalidad y energía como su técnico, Diego Simeone, aunque ya encadene 500 partidos en el banquillo. Este miércoles fue su triunfo 301. El decimosexto contra el Getafe, incapaz de hacerle un gol. El global lo dice todo: 34-0.

El cuadro azulón fue ayer un rival mermado, sin duda, por unas cuantas bajas y rearmado por varias novedades -entre ellas el debutante en la Liga Juan Iglesias-, pero tan competitivo como describe el libro de estilo de su entrenador, José Bordalás, aunque los actuales tiempos no sean tan productivos como antes: un triunfo en diez jornadas.

Más práctico que estético, el Atlético desató anoche su victoria desde la estrategia. Hace años, en la campaña 2013-14, cuando fue campeón, era una materia primordial; hace unos meses, era una destreza aparentemente ajena al actual equipo rojiblanco -incluso Simeone lo lamentó públicamente- y ahora ha retomado un vigor que no tenía desde hace varios cursos, demasiados para la productividad que le dio en el pasado al equipo.

Un servicio de Carrasco a balón parado fue rematado por Suárez en el minuto 20 para poner por delante al Atlético y complicar la vida al Getafe. Quedaba más de una hora por delante, y el equipo de Bordalás siempre lo intentó, aunque carente de profundidad.

Jaime Mata en dos intentos tuvo relativamente cerca el empate, dentro de un contexto de partido que los colchoneros vivieron más replegados que agobiados. Un día más en la oficina. Y líderes.