REAL SOCIEDAD Remiro; Zaldua (Aritz Elustondo, m. 82), Le Normand, Llorente, Monreal; Zubeldia, Merino, Portu; Januzaj (Sangalli, m. 68), Willian José (Isak, m. 78), Oyarzabal.

LEGANÉS Cuéllar; Rosales, Bustinza, Omeruo, Siovas, Rodrigues; Óscar (Guido, m. 70), Recio, Roque Mesa, José Arnaiz (En- Nesyri, m. 46); Braithwaite (Aitor Ruibal, m. 87).

Goles 1-0, m. 63: Merino. 1-1 m. 77: En Nesyri.

- Dicen que los números son tozudos y no admiten mucho debate. Pero algunas estadísticas no hay quién las entienda. La Real tampoco pudo con el Leganés, que estrenaba entrenador tras la sustitución de Pellegrino por Javier Aguirre. Los madrileños se convirtieron en el séptimo colista al que no pueden derrotar los realistas de forma consecutiva. Desde que se impusieron al Córdoba en marzo de 2015, los donostiarras no han sido capaces de imponerse a ningún farolillo rojo, pese a que, en el dato más sangrante e incomprensible, seis de esos enfrentamientos se celebraron en Anoeta. Unos registros que no hay por dónde cogerlos, sobre todo si se tiene en cuenta que la Real ha contado con buenos equipos en estos últimos cinco años.

El gran protagonista del duelo fue el lamentable estado del terreno de juego que, como es obvio, perjudicó al equipo que trató de llevar el control el juego y de atacar más. La situación llegó hasta un punto en el que, al finalizar la contienda, los jugadores pidieron directamente a la dirección deportiva que cambiara el césped, algo que se realizó en las siguientes semanas. Las fuertes lluvias caídas en las anteriores horas y durante el duelo dificultaban incluso que los jugadores se mantuvieran en pie en muchas ocasiones.

El partido no tuvo mucha historia. La Real dominó mucho más y generó más ocasiones, pero el Leganés aguantó bien los malos momentos y no desperdició su opción de empatar. En la primera parte, Cuéllar salvó a su equipo con tres buenas paradas a dos disparos de Willian José y otro de Merino. En la reanudación, el meta volvió a brillar con un paradón a Januzaj. En la jugada siguiente, el belga sirvió con maestría un saque de esquina y Merino lo cabeceó a la red. Los realistas se replegaron demasiado con la ventaja y lo pagaron muy caro en un inapelable testarazo En-Nesyri.

El tercer tropiezo en Anoeta dejó mal sabor a una afición que se las prometía muy felices este año en su fortín. Nadie les aseguraba que lo mejor estaba por llegar€