ingún ciclista asegurará a estas alturas que el parón motivado por el coronavirus le ha venido bien. Pero la crisis ha perjudicado más a unos que a otros. Está resultando especialmente fastidiosa en casos como el del zumaiarra Jon Agirre (1997). Cuando todo se detuvo, el único neoprofesional guipuzcoano de la temporada ya recogía en la élite los frutos de una trayectoria cocinada a fuego lento en el campo aficionado, basada en pasos breves pero firmes y seguros. Cerró 2018 en un gran estado de forma, firmando una muy buena Vuelta a Portugal sub-23 (cuarto en la general). Inauguró 2019 levantando los brazos en Ereño y completando una notable primavera. Y terminó ganándose el salto en el pasado Tour del Porvenir, donde ganó la clasificación de la montaña. El nuevo Kern Pharma de Juanjo Oroz no dudó a la hora de reclutarle para iniciar su proyecto.

"De repente todo se cortó de raíz", reflexiona ahora Agirre, a toro pasado, mirando a aquellos convulsos días del mes de marzo. El escalador zumaiarra los encaraba desahogado y contento a partes iguales, cerrado ya el primer bloque del curso en su estreno profesional. "Había corrido la Challenge de Mallorca, la Volta a la Comunitat Valenciana y la Vuelta a Andalucía. Y terminé todas las carreras, lo que ya supone una primera satisfacción cuando pasas a la élite. Se corre muchísimo. Tienes que esprintar a la salida de cada pueblo para no quedarte cortado. Y las distancias más largas también se notan. Ya me habían tocado un par de días de casi 200 kilómetros". El ciclista guipuzcoano del Kern Pharma pone en valor el hecho de no haber echado pie a tierra. Pero el rendimiento que ofreció no se redujo a ello. También se dejó ver. "Pude coger dos buenas escapadas, y mostramos así el maillot del equipo por televisión".

La escuadra navarra, joven y talentosa, estaba ofreciendo sensaciones muy positivas en el comienzo del año. "También habíamos logrado algún buen resultado gracias a un par de compañeros que acumulan algo más de experiencia", añade Agirre, en referencia, por ejemplo, al velocista Enrique Sanz, cuarto en una jornada de la Challenge de Mallorca. "Ahora ya deberíamos estar inmersos en una segunda fase de la temporada, que comenzaba para nosotros con el Gran Premio Miguel Indurain, la carrera de casa, y que continuaba con Asturias, Madrid y Castilla-León". Pero la crisis sanitaria ha dado al traste con todo el calendario, colmando el futuro de incertidumbre. "El Tour y las pruebas grandes se harán, si la situación lo permite. Nosotros, mientras, ahora mismo estamos un poco a ciegas. No sabemos exactamente dónde ni cuándo vamos a poder competir. Tras publicarse ya el programa del World Tour, esta próxima semana saldrá el Continental y podremos organizarnos. Cuantas más carreras se celebren, mejor".

Pruebas veraniegas que siguen en pie como las vueltas a Burgos y Portugal figuran en la agenda de un equipo cuyo proyecto, en cualquier caso, cuenta con solidez suficiente para no zozobrar ante las circunstancias. "La idea, en un principio, era dar el salto el año que viene a la segunda categoría (Pro Team). No sé si habrá habido algún cambio al respecto. De momento no nos han dicho nada", señala Agirre, cuyo contrato expira este 2020. "Espero que en la estructura terminen contentos conmigo para poder seguir aquí mucho tiempo. Se ha formado un grupo muy bonito y sus responsables nos han arropado mucho durante estos casi dos meses de parón. He hablado un montón con Juanjo Oroz en este período, se ha interesado por nosotros constantemente".

El de Zumaia ha atendido las llamadas del mánager deportivo del equipo desde su domicilio en Arroa, escenario de unos entrenamientos basados principalmente en el mantenimiento. "No soy de los que pueden aguantar dos o tres horas en el rodillo. Pero he completado todo el trabajo que nos han mandado. Al final, una sesión de una hora larga con alguna serie intercalada se pasa bastante rápido", relata el corredor, quien durante esta última semana ha salido ya a la carretera con el espíritu "de disfrutar". "Recuerdo que es lo que nos pusieron expresamente para el primer entrenamiento de todos, el del pasado lunes, y eso estamos haciendo". Ya se ve la luz al final del túnel. Pero el trayecto hasta la salida aún es largo. Quedan al menos dos meses para que regrese la competición y procede avanzar poco a poco, sin prisa pero sin pausa. A Jon Agirre la receta le es familiar.

La otra cara de la moneda. Si bien la interrupción de la temporada está pudiendo suponer un duro golpe para los neoprofesionales, que disfrutaban de su estreno cuando todo se detuvo, estos también tienen la opción de mirar al momento actual desde otra perspectiva: su salto a la élite no pudo resultar más oportuno. Y es que las dudas se ciernen ahora sobre un campo amateur cuyos corredores ven complicarse mucho sus posibilidades de ser promocionados en 2021. Los días de competición en el pelotón aficionado van a quedar sumamente reducidos. Y habrá que ver cómo afecta la crisis económica que se avecina al contexto profesional del ciclismo.

Nombre. Jon Agirre Egaña.

Edad. 22 años. Nació el 10 de septiembre de 1997.

Localidad. Zumaia.

Equipo. Kern Pharma.

Profesional desde. 2020.

Trayectoria amateur

Victorias. Dos, ambas en 2019. Ganó en Ereño, en marzo, y la clasificación general de la montaña en el Tour del Porvenir.

"El ritmo profesional es otro, se va muy deprisa, pero estaba satisfecho con el arranque del año"

"Nos hemos quedado a ciegas, sin saber de forma exacta dónde ni cuándo podremos competir"

Ciclista del Kern Pharma