- Entre los numeroso lugares comunes que está dejando la pandemia del coronavirus, la figura del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) está adquiriendo cada vez más calado. La paralización de la actividad económica, salvo excepciones, está abocando a numerosas empresas a acogerse a esta figura por causas de fuerza mayor. El deporte no es ajeno a esa realidad y son numerosos los casos donde las cuatro letras describen un escenario oscuro y repleto de aristas. En las actuales circunstancias, con el cierre de la competición, el Burgos-BH optó por acogerse a la fórmula para sus veinte corredores profesionales y seis miembros del staff técnico.

El equipo burgalés es el primero del pelotón estatal en adoptar esta solución en este delicado momento. Entretanto, en Bélgica, los corredores del Lotto, del WorldTour, y el Wanty, de la categoría ProTeam, a la que pertenece el Burgos-BH, decidieron rebajarse el sueldo mientras continúe la crisis desatada por el COVID-19. Con la decisión adoptada y siempre que el ERTE reciba el visto bueno de las autoridades, los ciclistas de la formación burgalesa seguirán percibiendo la totalidad de sus salarios, si bien será el Estado el que abone la Seguridad Social de los trabajadores.

El Memorial Valenciaga tenía que disputarse el próximo domingo, 4 de abril, pero la pandemia del coronavirus obligó al aplazamiento de la prestigiosa cita eibarresa. Ayer se conoció su nueva fecha después de que la Federación Española de Ciclismo (RFEC) aprobara el nuevo calendario de la Copa de España élite y sub’23. La competición arrancará nuevamente el 9 de agosto y concluirá el 18 de octubre, siempre que las circunstancias lo permitan. La nueva configuración, que acogerá las nueve pruebas que restan para completar el torneo, traslada el citado Valenciaga al 11 de octubre. Un día después se disputará la Aiztondo Klasika, en Asteasu, carrera que también quedó en el aire. Antes, el 27 de septiembre, se disputará la Klasika Santa Cruz de Legazpi.