donostia - A la París-Niza le falta mostrar los colmillos, los días de montaña que se presuponen distintos y definitivos en la Carrera del Sol, pero hasta que amanezca ese ecosistema, el brillo se posa sobre el lomo de Maximilian Schachmann (Bora). El líder alemán continúa cosechando dicha y acumulando ventaja en la carrera francesa cuando nadie le esperaba, lo mismo que le sucedió en la pasada edición de la Euskal Herriko Itzulia, donde compitió de maravilla. Schachmann no venció por un palmo la crono de ayer, se la adjudicó Soren Kragh Andersen (Sunweb), pero evidenció su poderío en la lucha contra las manecillas, donde el alemán se sintió fuerte y exuberante. También se subrayó Pello Bilbao (Bahrain-McLaren), que completó una estupenda actuación en la contrarreloj. El gernikarra, cada vez más consistente en una disciplina que para muchos no deja de ser un catálogo de tortura, realizó un gran trabajo para ser quinto en la etapa, a apenas 15 segundos de Kragh Andersen y a solo nueve del líder de la general. A Pello Bilbao las opciones en la general se le evaporaron en los días precedentes.

En Saint-Amand-Montrond, solo el colosal rodador danés pudo con el líder, al que aventajó en media docena de segundos en una trazado de 15,1 kilómetros. Schachmann, formidable, obtuvo una importante renta para afrontar el decorado montañoso que queda por delante y que medirá su capacidad de resistencia ante los favoritos a la corona, que deberán pasar a la ofensiva total si pretenden destronar a Schachmann el domingo en el cierre de Niza. El ciclista germano aventaja en 1:18 a Nibali, en 1:30 a Pinot, en 2:04 a Alaphilippe, en 2:38 a Nairo Quintana y en 4:11 a Bardet.

parís-niza

Cuarta etapa

Pello Bilbao

General