A punto de cumplir 50 años el próximo diciembre, Tiger Woods sigue luchando contra las lesiones para poder regresar a los campos de golf. El quince veces ganador de un grande se ha sometido a una nueva operación para reemplazar un disco lumbar, lo que retrasará su regreso a una fecha desconocida.
El mundo del golf permanecía expectante por el posible retorno de Woods, que el pasado marzo se rompió el tendón de Aquiles. Pero el segundo jugador con más majors de la historia –solo superado por los 18 de Jack Nicklaus– ha tenido que someterse a una operación de espalda debido al “dolor y la falta de movilidad”. Se trata de la séptima operación de espalda durante la última década y la segunda intervención importante a la que se ha sometido este año después de la que afrontó para reparar la fractura del tendón de Aquiles.
“Después de experimentar dolor y falta de movilidad en mi espalda, consulté con médicos y cirujanos para que me hicieran pruebas. Opté ayer por reemplazarme el disco y ya sé que tomé una buena decisión para mi salud y mi espalda”, escribió en su cuenta de X. La intervención ha resultado “exitosa”, según ha hecho saber. En concreto, se trata de “una cirugía de reemplazo de disco lumbar en la columna L4/5 por síntomas lumbares”.
La última gran conquista de Woods data de 2019, cuando se proclamó ganador del Masters de Augusta. El anterior grande levantado por el estadounidense había sido en 2008. Demostró así que era capaz de recuperar el golf que le llevó a lo más alto y llevó este deporte a otra dimensión. Si bien, desde entonces lucha por estirar su carrera. El californiano no participa en el PGA desde 2023 y este nuevo contratiempo dilatará su regreso hasta una fecha desconocida. Aunque una intervención así podría oscilar entre los seis meses y el año de baja.