Con la exigente temporada regular perdiéndose ya en el retrovisor y a la espera de lo que acontezca en el play-in, los candidatos al anillo de la NBA calientan motores de cara a unas eliminatorias por el título que se presentan abiertas, carentes de un conjunto que saque un par de cuerpos de ventaja a sus rivales en lo que a sus aspiraciones de gloria se refiere. En este revirado camino hacia la cúspide, la Conferencia Este presenta a las tres franquicias con mejor balance de la competición –Milwaukee Bucks (58-24), Boston Celtics (57-25) y Philadelphia 76ers (54-28)–, mientras que el Oeste esgrime la eterna promesa de los Denver Nuggets (53-29), la irreverencia de los Memphis Grizzlies (51-31), la pujanza de los rearmados Phoenix Suns (45-37) y, por qué no, el colmillo afilado de los Golden State Warriors (44-38), actuales campeones, cuando las cosas se ponen serias.

Giannis Antetokounmpo quiere dirigir a Milwaukee hacia un nuevo anillo.

Con el play-in en plena disputa –Atlanta ganó a Miami (105-116), en el Este, y Lakers a Minnesota (108-102), en el Oeste, de manera que ambos ocuparán la séptima plaza de su conferencia, mientras que los perdedores pugnarán respectivamente con el vencedor del Toronto-Chicago y el New Orleans-Oklahoma City por la octava posición–, el play-off arrancará el sábado. En el Este, Milwaukee, Boston y Philadelphia centran las miradas. Los Bucks tienen un fondo de armario espectacular y, liderados por el dominante Giannis Antetokounmpo, gozan de todo lo necesario para reverdecer los laureles de 2021. La salud es su quebradero de cabeza, sobre todo la de un Khris Middleton que es duda para el arranque de las eliminatorias por una lesión de rodilla y que sólo ha jugado 33 partidos, con su estrella griega habiéndose perdido también 19 choques y Jrue Holiday habiendo padecido diversos percances.

Su principal rival para alcanzar la final debería ser el conjunto que llegó al último peldaño de la lucha por el anillo la pasada temporada, unos Celtics que han protagonizado una gran campaña pese al forzado cambio de técnico en verano. Los de Joe Mazzulla, con Jayson Tatum y Jaylen Brown brillando a gran altura, cuentan con un colectivo tan brillante en ataque como rocoso en defensa, con secundarios del nivel de Malcolm Brogdon, Derrick White, Marcus Smart y Al Horford y con el estado físico de Robert Williams como incógnita. En su camino hacia el cruce de sables por la supremacía del Este deberían cruzarse en semifinales unos 76ers que con Joel Embiid a nivel MVP, James Harden más centrado y Tyrese Maxey buscan el paso al frente definitivo.

En el Oeste, los Nuggets firmaron la primera posición con holgura a hombros de un Nikola Jokic con todo de cara para sumar su tercer MVP seguido. Ahora les toca dejar atrás su inconsistencia de los últimos años en postemporada y evitar la maldición de las graves lesiones de piezas vitales como Jamal Murray o Michael Porter. Desde la segunda plaza competirán los Grizzlies, los nuevos bad boys de la NBA, debilitados en su rotación interior por las bajas de Steven Adams y Brandon Clarke por lo que necesitarán la mejor versión de un Ja Morant que ha superado sus problemas extradeportivos. Su camino en el play-off podría arrancar contra los Lakers. Pese a partir desde la cuarta plaza, los Suns, que tendrán en los Clippers su primera piedra de toque, pueden ser el gran tapado de esta postemporada si Kevin Durant es capaz de exprimir su físico y su talento junto a Devin Booker, Chris Paul y Deandre Ayton. Y mucho ojo a los campeones Warriors, tremendamente irregulares en temporada regular y el cuarto peor equipo de la liga a domicilio, pero con mirada afilada cuando huelen la cercanía del anillo. Stephen Curry, Klay Thompson y compañía arrancarán con el factor cancha en contra ante unos Sacramento Kings que vuelven al play-off 17 temporadas después.

El apunte

Asistencia récord. La NBA registró esta temporada regular su récord de asistencia a los pabellones con 22.234.502 personas, 1,3 millones más que el curso anterior. 791 partidos se disputaron en estadios a su máxima capacidad de ocupación. Otras plusmarcas fueron la de asistencia media por partido, 18.077 espectadores, y la de ocupación del 97% de la capacidad de los pabellones.