La Lilatón sigue batiendo marcas. En su 33ª edición, consolidada ya como una de las grandes citas populares, alrededor de 5.000 mujeres -1.000 más que el año pasado- han tomado parte en esta prueba de cinco kilómetros de recorrido. Todas ellas han lucido sus camisetas moradas, cubriendo de este color el Centro de Donostia. Ha sido un día festivo y también reivindicativo, con un fantástico ambiente y muchas personas animando a las participantes, que han disfrutado de una jornada soleada y agradable. A las puertas del 8M, las mujeres han mostrado las ganas que tienen de seguir construyendo una sociedad igualitaria.
“Este tipo de jornadas son importantes. Se ha avanzado mucho, pero juntarnos aquí tantas mujeres nos sirve para reflexionar sobre lo que falta por hacer que aún es mucho”, apuntaban varias amigas donostiarras que han ido juntas a disfrutar de la Lilatón. Son Vicky, Erika, Jone, Fernanda, Carmen, Libe y Susan, un grupo de mujeres entre los 31 y los 53 años que son “compañeras de trabajo”.
“Es la segunda vez que venimos juntas. Además de hacer ejercicio, es una buena oportunidad para relacionarnos fuera del trabajo”, comentan estas mujeres que suelen practicar deporte a menudo: “A correr no vamos habitualmente, pero sí al monte y hacer algo de aeróbico al gimnasio”.
Estas amigas se tomaban el día como una mezcla de “reivindicación” y “diversión”: “Vamos a disfrutar la Lilatón, con calma, sin correr mucho, y luego nos vamos a comer juntas”.
Amelia, Cristina y Sara también creen que el de la Lilatón es “un día bonito”, porque las mujeres pueden juntarse “a reivindicar y pasarlo bien”. No es su primera participación en esta prueba popular, aunque anteriormente la habían disputado “por separado”. Esta vez han venido juntas y aprovecharán “para tomar un aperitivo”.
Un autobús desde Lizartza
Desde Lizartza ha llegado a Donostia un numeroso grupo de mujeres con ganas de pasarlo bien. Elia, Nagore, Maitane, Onditz, Itziar, Eider, Aixarte, Enara, Maider, Amets y Mireia son ya “habituales” en la Lilatón. Pertenecen al Club Deportivo Otsabio, “un grupo de montaña”, explican, y esta prueba les ha servido de excusa para “quedar una o dos veces a la semana y correr entre 5 y 8 kilómetros”.
Además de las participantes en la Lilatón, desde Lizartza han llegado más personas: “Somos una cuadrilla. Estarán por ahí otras con hijos e hijas para animar. Luego nos vamos a comer todas juntas”. Dicen también que eventos como el que se ha celebrado hoy en Donostia son “muy importantes para las mujeres” porque “sirven para hacer deporte, impulsar la convivencia e involucrar a las familias”.
Muy deportistas son también Oihana, Muxika, Maider, Lucía, Fabiola, Leire, Carla y Amaia. De ahí que estas amigas que se definen como “lo mejor de cada casa” hayan aprovechado la sesión de zumba previa a la carrera para calentar motores. “Hacemos ciclismo, spinning, correr, hockey hierba...”, comentan, aunque la Lilatón se la toman con más espíritu disfrutón que competitivo: “Es para pasarlo bien”.
Son ya clásicas de esta prueba popular que hoy ha batido marcas de participantes, lo que les satisface: “Este tipo de iniciativas son muy importantes”. El plan para ellas era completo: “Ahora a correr y luego a comer a una sociedad”.
Nerea Egia, ganadora
En el plano puramente competitivo, Nerea Egia Larrinaga -que el año pasado ganó la Carrera de Primavera, prueba que se disputa este próximo fin de semana- ha sido la primera en cruzar la meta de esta carrera de 5 kilómetros, con un tiempo de 17 minutos y 45 segundos. Segunda ha sido María Navascués (18:16) y tercera, Itziar Ibarbia (18:31). En cualquier caso, poco importaba el resultado en esta ocasión. El ambiente reivindicativo y festivo ha sido el gran protagonista de una jornada femenina de récord.
