Peio Martínez de Eulate jugó su último partido oficial el domingo cinco de diciembre de 2010 en el frontón Astelena de Eibar. El zaguero nacido en Estella-Lizarra, que pasó su infancia y juventud en Oteitza-Oteiza de la Solana, tenía 31 años y le quedaba cuerda para rato, pero la empresa Aspe decidió rescindir el contrato que unía a ambas partes. Las crónicas deportivas describen un adiós triste y frío. La cancha de la villa armera había conocido días mucho mejores y presentaba un aspecto desangelado sin apenas público en las gradas. Algunos seguidores animaron con una pancarta de apoyo al doble campeón navarro. Y poco más.

El partido terminó con derrota (20-22) para la pareja formada por Martínez de Eulate y Retegi Bi frente a Olazabal y Arruti. Al finalizar el encuentro el pelotari no ocultó su decepción por la decisión tomada y aseguró que se encontraba en óptimas condiciones para seguir compitiendo. No pudo ser. Para la historia quedan las dos txapelas que se llevó con Aspe en el campeonato de Parejas en 2006 y 2007, formando tándem con Juan Martínez de Irujo e Yves Xala, respectivamente. En la primera final del mano parejas se impuso en compañía de Martínez de Irujo a Olaizola II y Zearra en el frontón Ogueta de Vitoria-Gasteiz por 22 tantos a 11. El año siguiente, en el mismo recinto alavés, la suerte cayó del lado de Eulate-Xala, que vencieron (22-18) a la pareja formada por Olaizola I y Beloki

Según cuentan los pelotazales, Martínez de Eulate era poco dado al virtuosismo y la finura debido, en gran parte, a sus particulares condiciones físicas más apropiadas para el baloncesto o el balonmano que la pelota vasca. Su elevada figura (1,98 metros de altura) y su aspecto desgarbado no eran los más idóneos para desplegar un juego brillante. No tenía una técnica depurada, es verdad. Su estilo era otro; más convencional y tosco, si se quiere, pero en el que uno siempre podía confiar. Lo suyo no eran los puntos espectaculares y las estiradas imposibles. 

La pelota siempre estuvo en su órbita. Pasó su infancia y juventud en Oteiza. Contaba que su padre le empezó llevando a los frontones de la Rochapea con unos seis años. Ahí empezó a gestarse su apego pelotazale. "Jugaba muchísimo con gitanos, que tienen una gran afición a la pelota”. Después, entraría en la escuela municipal, el centro deportivo Oberena, el frontón de Labrit…. Se forjó una carrera a pesar de su gran envergadura y contra pronóstico. No destacó en las competiciones individuales. Él jugaba otra liga: se defendía como un jabato en la retaguardia y transmitía firmeza a sus compañeros, de ahí que en el circuito manomanista fuera apodado como 'Segurola'

Una vez le preguntaron cuál era el secreto de Juan Martínez de Irujo, un fuera de serie que en 2017 recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de Navarra, máximo galardón concedido por el Gobierno Foral. Con él ganó una de las dos txapelas y lo conoce bien. El deportista de Tierra Estella fue escueto y certero: "Para ganar juegan dos". Y después dijo: "Es fácil estar con él. En mi experiencia, sí. Es un compañero que trabaja como compañero con todas las letras. Juan eso lo hace muy bien, sabe mezclarse y cada vez lo hace mejor. Más joven quizás le costaba más".

Salto a la política

En 2011 su vida dio un giro radical: cambió la pelota profesional por la carrera política y fue elegido concejal de EH Bildu en el ayuntamiento de Pamplona. En sus primeros meses como edil, Diario de Noticias de Navarra entrevistó al joven político para conocer cómo se desenvolvía en una nueva vida llena de obstáculos. "Antes solía ir a entrenar al frontón o al gimnasio, y ahora voy con una libreta al Ayuntamiento, donde siempre hay cosas que hacer", explicaba. "Además, por las tardes nos solemos reunir los compañeros de Bildu". 

¿Se había arrepentido de haber dado el salto a las turbias arenas de la política? ¿Cómo llevaba el cambio? "Cuando empecé no sabía realmente cómo iban a funcionar las cosas, pero hoy, tres meses después, puedo decir que no me arrepiento en absoluto. Soy novato, todavía estoy muy verde y tengo mucho que aprender, pero creo que voy haciéndolo y me gusta formar parte del Ayuntamiento, es un trabajo muy bonito".

El pelotari Martínez de Eulate  en un partido.

El pelotari Martínez de Eulate en un partido. Diario de Noticias de Navarra

Tras su abrupta retirada de la competición continuó ligado a la empresa riojana Garfe, donde disputaba partidillos de verano. Aunque la exigencia ya no era la misma, le obligaba a mantenerse en forma y debía seguir una disciplina de entrenamientos para poder rendir a un buen nivel. En la nómina de pelotaris de Garfe, todavía se puede encontrar a su delantero y excompañero profesional Retegui Bi. Con él compartió la agria despedida en Eibar. Pero su vida gira alrededor de una pelota. En 2015 cofundó el centro de formación Elkar Pelota junto a otros grandes jugadores de su generación: Fernando Goñi, Juan Martínez de Irujo y Patxi Eugui.