Al final, Urdaibai tuvo su premio. Lo había peleado, mucho, pero no encontraba la suerte de la victoria. Hasta ayer, en el último día de trabajo antes de unas merecidas vacaciones para los ocho primeros botes de la Liga Eusko Label. El domingo fue muy azul en Portugalete y la Bou Bizkaia completó esos ascensos de Zarautz y Ares con su primera victoria del año. Sonrisas amplias y abrazos fuertes en la trainera. El año había sido duro y este triunfo valía doble.
La bandera la agarró Urdaibai desde la primera tanda, la que en cualquier otra regata sería la segunda manga. Esa en la que, en la previa del verano, se preveían la consecución de muchas banderas. No ha sido 2019 el año de los buenos pronósticos, sin duda. Porque tampoco muchos daban como ganador a Orio y la San Nikolas ha dominado el verano de la ACT de cabo a rabo. Ayer recibió la Corona CaixaBank. El equipo amarillo brincó dentro del barco de autoridades.
La fiesta, por tanto, fue total en Portugalete, que contó con un protagonista decisivo, la marea. No hablamos de las de tierra, que hubo muchas: verdes, amarillas, azules, rojas? Sino la del agua, esa que cuando cambia te altera todo el guion. Hondarribia la maldecirá, porque desde su calle 3, hizo una gran regata en la tanda de honor. Una serie que comenzó dominando Zierbena, pero que acabó por domar la Ama Guadalupekoa con el paso de los minutos.
La trainera bidasotarra hizo méritos para llevarse a casa una bandera más, después de la del domingo pasado. Quería poner el broche de oro a la temporada con su séptima victoria la embarcación verde, pero los tiempos le quitaron esa ilusión. El cambio de mareas se dio justamente cuando iba a comenzar la tanda de honor. Más viento, hasta 20 kilómetros por hora en la zona exterior, y más dificultades, principalmente, en los largos de ida.
Hasta 17 segundos más que Urdaibai tardó la serie de los mejores en completar el primer tramo. En él se escapó Zierbena. Los galipos salieron con fuerza, igual que lo hiciera en la serie anterior Ondarroa. Ambos por la calle 2. Por el centro, mejor para partir. La vuelta al Puente Colgante volvió a abrir el abanico: cuatro segundos solo entre Urdaibai y Zierbena.
Sin embargo, el tercer largo cerró la regata. Con 29 segundos de desventaja viraron a meta Zierbena y Hondarribia, que ya había atrapado la proa de la regata. El campeón Orio vio los toros desde los rediles casi, a veinte segundos de los dos botes de cabeza en la tanda, tras perder comba, igual que Santurtzi, en el tercer largo. Fue séptimo ayer, ya poco importaba. En meta, la diferencia entre azules y verdes se redujo a la mitad. Insuficiente para la marea azul, que sonrió ayer mucho.
Por primera vez, en el último instante. Dicen que quien ríe último ríe mejor, y eso dirán en Urdaibai, como es lógico. Y luego están Orio, Hondarribia y Donostiarra -que fue cuarta-, que acabaron el verano sonriendo porque lo llevan haciendo desde el inicio.