donostia - Fue el no va más. Todo parecía perdido al descanso. El partido y la temporada. El Delteco GBC caía por 22 puntos (31-53), una barbaridad, tras un primer tiempo desastroso. Pero a la cancha saltó otro equipo en la reanudación. Uno que pasó por encima del Estudiantes a base de defensa, pelea, entusiasmo... y un juego de muchos quilates. Surgió Beqa Burjanadze, el guerrero georgiano, y junto a él aparecieron un descomunal Bobrov, un Dani Pérez extraordinario en la dirección y un Zeisloft letal en el tiro para obrar la remontada. Para obrar el milagro. De caer por 22 a acabar ganando por uno: 93-92. Una remontada que quedará para la historia y que, sobre todo, sirve para seguir creyendo en la permanencia. El objetivo sigue estando difícil, pero aún es posible. Sobre todo si el GBC juega como lo hizo durante los últimos 20 minutos de la cita de ayer. Su nivel de intensidad y acierto fueron tremendos.

Fue una jornada inolvidable en Illunbe. De las de guardar y recordar, sobre todo si al final el equipo de Sergio Valdeolmillos consigue la permanencia. El partido puede ser el punto de inflexión del curso. Según datos de la propia ACB, nunca un equipo había logrado en la Liga ACB remontar una desventaja de 22 puntos al descanso. Ahí queda eso. Si el GBC es capaz de conseguir algo así, ¿por qué no va a ganar la semana que viene en Manresa? ¿Por qué no va a sumar cuatro o cinco victorias más en las últimas ocho jornadas? Con su épico triunfo de ayer, los jugadores confirmaron que siguen creyendo, porque lo más fácil hubiera sido bajar los brazos. En cambio, consiguieron algo increíble que hizo vibrar a los aficionados de Illunbe. Este equipo, que muchos creíamos muerto hace pocas semanas, está más vivo que nunca.

El gran nombre propio de la velada fue Beqa Burjanadze. El mismo jugador que se pasó casi año y medio sin jugar, el mismo que en su infancia le dijeron que quizás no volvería a andar bien, destrozó ayer al Estudiantes. Qué jugador. Qué carácter, qué clase. Si alguien creía en la remontada, ese era él. En el tercer cuarto se echó el equipo a la espalda y lideró un segundo tiempo brutal del Delteco GBC, que pasó de meter 31 puntos en los dos primeros cuartos a anotar 62 en los dos últimos. En los 20 minutos iniciales el Estudiantes jugó a placer y metió hasta doce triples, cinco de ellos por medio de Omar Cook. Llegó a tener 24 puntos de renta que quedaron en 22 al descanso.

Abrió el tercer cuarto Beqa con un triple. Y luego metió un segundo, y luego un tercero. Entre medias, una canasta de dos. Y se fajó en defensa. Cogió rebotes, intimidó, animó a los suyos, jaleó al público, forzó faltas. Y, en poco más de cinco minutos, del 31-53 se pasó al 54-64. Es decir, había partido. Pero el guerrero georgiano necesitaba escuderos, y dio un paso al frente Bobrov, imparable en la zona. También Zeisloft, un tirador de máximo nivel que el GBC ha rescatado de la segunda división italiana. Su fichaje ha sido sin duda una de las claves del renacimiento de este equipo. Y no podía faltar Dani Pérez, excelente en la dirección. Hasta doce asistencias dio el base.

Del citado 54-64 se pasó al 66-73 al término del tercer cuarto con dos acciones seguidas de Bobrov. Definitivamente, a esas alturas, con diez minutos por delante, había partido. Increíble, pero cierto. Pese a dos canastones seguidos del donostiarra Darío Brizuela, el Delteco GBC siguió a lo suyo, metiendo un ritmo altísimo al juego y buscando continuamente a Zeisloft y Beqa, que respondieron metiendo dos triples para poner el 74-80. Reaccionó el Estudiantes para estirar de nuevo el marcador (75-85), pero después de todo lo que había remado, el GBC no se iba a rendir, así que volvió a acercarse de nuevo por medio, cómo no, de Zeisloft y Beqa, que metieron otros dos triples para situar el 81-85. El tirador y el ala-pívot estaban imparables. La locura llegó con un nuevo triple de Zeisloft y otro de Dani, que dieron la vuelta al marcador: 89-87. Quedaban tres minutos y el Estudiantes volvió a adelantarse (89-92), pero dos tiros libres de Zeisloft y una canasta de Bobrov pusieron el 93-92, Brizuela falló y el GBC e Illunbe celebraron una victoria histórica, enorme, y ahora sueñan con todo.