donostia - El conjunto guipuzcoano ha llegado a la séptima jornada como colíder de la Liga Dia junto con el Perfumerías Avenida, una situación nunca vivida antes gracias a un balance de seis triunfos y una sola derrota. El IDK es un equipo trabajador, con una defensa de alto nivel y que está creciendo con la confianza que dan los triunfos. Un equipo que tiene el sello, tanto en la confección de la plantilla como en la preparación de cada partido, de Azu. Su coliderato ha parecido transitorio e incluso casual desde el principio y puede que con el tiempo sea así, pero por ahora el conjunto guipuzcoano -que descansa este fin de semana y retomará la liga visitando dentro de siete días al Uni Ferrol- no se apea de la cabeza.
Tras ganar en la cuarta jornada al Mann Filter en Zaragoza, dijo que le entraba la risa al verse colíder. ¿Ahora también?
-Bueno, la sensación es que de aquí a Navidad tenemos partidos difíciles que podemos ganar o perder. Tenemos ya seis victorias y en ese sentido estamos tranquilas, todo lo que saquemos de aquí al final de la primera vuelta será un plus. Si ganamos más partidos, podremos aspirar a la Copa. Si viene una racha negativa, pues mal, pero al menos tenemos un colchón. Estoy tranquila y contenta, pero malo sería no ganar algún partido más en lo que falta de primera vuelta.
¿Está mirando mucho la clasificación estos días?
-No miro mucho ni cuando vamos bien ni cuando vamos mal. El lunes lo primero es entrar en la página de la Federación y ver las estadísticas del siguiente rival. Es inevitable mirar la clasificación, pero lo que más miro es en qué puesto vamos en puntos recibidos. Es como mi baremo, este año estamos segundas ahí. Lo veo y pienso: Vamos bien. Otros años esa estadística era mala y me preocupaba. El nivel defensivo que marques te puede hacer ganar muchos partidos, el ofensivo te puede hacer ganar alguno.
Lo lógico es que en algún momento caigan del coliderato, pero lo mismo se pensaba antes de jugar contra Mann Filter y Girona...
-A veces un equipo coge una buena dinámica y no es tan fácil de parar aunque teóricamente no tiene el potencial para estar ahí. La gente está a gusto, juega bien y el equipo sigue ganando partidos.
El calendario ha ayudado, pero también es cierto que ya han jugado contra el tercero y el cuarto (Mann Filter y Girona).
-El calendario tenía su trampa al inicio porque jugábamos en Madrid contra el Cadí La Seu, un equipo duro al que siempre cuesta ganar. Era un partido que se podía perder o ganar, estaba al 50%, y el miércoles siguiente visitábamos al Sant Adriá, recién ascendido. Sabíamos que en los primeros ocho días podíamos ganar los tres primeros (luego recibieron al Quesos El Pastor) o ganar solo uno y entrar en una dinámica de nervios. Hicimos un buen primer partido, la gente estuvo súper concentrada, superando el nivel incluso de pretemporada. Habíamos preparado una serie de cosas y salió todo a la perfección sin brillar porque nos faltaba rodaje. Fue un partido en el que aportó mucha gente. Eso nos fortaleció y unió al equipo y hemos ido para arriba.
La última actuación contra el Girona es de las mejores en los cinco años del equipo en Liga Femenina.
-Sí. Es que salía todo. Después de empezar perdiendo 0-9, la gente se concentró y empezó a hacer lo que habíamos entrenado. Creo que ellas estaban cansadas de la Eurocup y nos empezamos a ver más cómodas en ataque. Cuando juegas contra esos equipos, siempre te dan un tirón y te dejan ahí, pero veía que el equipo estaba muy metido y resolviendo bien las situaciones.
Vamos al origen del equipo. En verano pierde a las cuatro jugadoras que llevaban el peso ofensivo del equipo: Ocete, Ferrari, Colhado y Bulgak. ¿Cómo quería recomponer la plantilla?
-El año pasado en la segunda vuelta, con Nadia y Adut integradas, el talento ofensivo del equipo era bestial. Pensamos que las jugadoras guipuzcoanas podían tener un protagonismo mayor y pensamos en hacer un equipo más coral, con un rol más importante de las jugadoras de aquí. Ese fue el primer pensamiento, lo hablamos y ellas querían dar ese paso. Lara González y Onintza Aduriz estaban ya más asentadas y a Iulene Olabarria estaba segura de que la íbamos a recuperar, Toch Sarr es un valor seguro, y Sara Iparragirre y María Eraunzetamurgil van dando sus pasitos. Así que quisimos hacer un equipo más coral.
Ficha a Iva Brkic, Lyndra Weaver y Ellen Nystrom.
-Lyndra era un objetivo de hacía años, siempre me había gustado. Otros años habíamos intentado traerla y no habíamos podido. Aparte de su calidad, es una jugadora de equipo, que piensa en las demás. A partir de ahí necesitábamos una base solvente. Con Arantxa Novo y Gaby Ocete habíamos marcado un nivel de bases muy alto, y surgió la opción de Iva, que por su maternidad económicamente podíamos acceder a ella, y no dudamos. Y Nystrom es una rookie que venía de hacer una buena etapa universitaria. Queríamos una alero alta como ella, porque el año pasado ese puesto nos fallaba. Eso nos permite más posibilidades, tener un equipo más versátil, metiendo a Ellen dentro, jugando con tres altas... Puedes sorprender y hacer cosas diferentes.
La última en llegar ha sido Jillian Alleyne.
-Ahora está aquí, no está bien todavía físicamente, pero de la rodilla sí está bien. Lo único que necesita es ponerse bien físicamente, porque calidad tiene.
Ha hablado de la defensa ya en la segunda respuesta.
-El equipo tiene un potencial defensivo increíble. Además estamos trabajando el análisis defensivo del rival, hemos insistido ahí y está dando muchos frutos. Es que no hay ni una jugadora que no lo quiera, van todas a tope. Están súper mentalizadas. Ellen ha ayudado mucho, ha dado tal plus que todo el mundo quiere ser como ella. Ellen tiene una potencia increíble y está en todos lados en defensa. Es una chica muy a explotar.
En ataque se esperaban más problemas de los que hay.
-Era uno de nuestros miedos, pero no sé si es por lo a gusto que están o por las victorias, pero estamos mejorando en ataque. Hay momentos en los que estamos haciendo las cosas muy bien en ataque, aunque hay otros también de atascos, aunque lo aguantamos bien atrás. Ni nos vamos de 20 ni se nos van de 20. Tampoco nos hace falta meter muchos triples, con que haya algo de amenaza nos vale, y el equipo tiene capacidad para meter de fuera.
Otra de las cualidades del equipo está siendo saber manejar los finales apretados.
-La base es una jugadora importante en los finales apretados, e Iva domina esas situaciones. Pero el equipo en general tiene más poso ahí. Además, en la mayoría de los finales nos hacen muy pocos puntos.
¿Piensa que este coliderato es fruto del crecimiento de las jugadoras de aquí y de la experiencia adquirida estos años por el club y por usted?
-Es nuestro quinto año en Liga Femenina y todos los que estamos desde el principio, me iría incluso más atrás, a cuando jugábamos fases de ascenso, hemos ido aprendiendo. Las de casa son capaces de dar la talla en los finales apretados, Iva tiene una experiencia increíble y maneja bien los tiempos, y Lyndra en cualquier momento mete puntos o provoca una falta. Y además todas tienen claro lo que hay que hacer. Hacemos lo que trabajamos sin tener dudas.
Está rotando más que nunca.
-Era otro de los objetivos. A día de hoy las ocho jugadoras más veteranas pueden jugar cualquiera, depende del día y de la situación. Y con Sara y María nuestro objetivo es que cada año den un paso. Es que Sara acaba de cumplir 19 años, a veces no nos damos cuenta de eso. Hay que intentar que poco a poco vayan jugando más, pero hay partidos en Liga Femenina que son muy duros y en los que las veteranas marcan diferencias por saber estar.
¿Es de esos años en los que tiene la sensación de que todo encaja?
-Cada persona tiene su forma de ver las cosas, pero yo les digo: Si confiáis, las cosas saldrán. Cuando empezábamos a trabajar en pretemporada, cada una iba corriendo por su lado, era una locura. Yo les decía que si hay locura, es porque hay ganas; si no, estarían todas quietas. Les dije que de esa locura saldría una buena defensa. El equipo es muy trabajador, metemos tácticamente cosas en defensa y las jugadoras lo absorben todo, otros años costaba más o no acababa de cuajar la idea. Hablamos las cosas y todas vamos a una.
Están en muy buena posición para jugar la Copa.
-Tampoco podemos negarlo. Vamos consiguiendo un objetivo, que es el número de victorias para seguir en la liga, pero no nos vamos a quedar ahí. Si de aquí a Navidad pueden ser ocho, mejor que mejor. Cada partido vamos a competirlo y tratar de sacarlo para conseguir lo que sea.
El próximo rival es el Ferrol, un equipo que está arriba y que está metiendo muchos triples.
-Ellas están en buen momento, pero nosotros también. Llevan tres años haciendo el mismo juego, pero dependiendo del tipo de jugadoras que fichen es más marcado o no. Esta temporada han traído dos aleros que lo meten todo, Jamie Scott tiene un 67% en triples, no había visto nunca eso. Tienen ese estilo de jugar todas abiertas en ataque, veremos cómo las paramos.
El reto que tienen más allá de la cancha es mejorar la asistencia de público al Gasca.
-Comparando con el primer año en Liga Femenina, ahora se nota más calor en las gradas, pero es verdad que no conseguimos ser un equipo que llena el Gasca. Es muy difícil, no encontramos la manera. Para el Perfumerías Avenida la fórmula es la gente de mediana edad, algo que yo no hubiera pensado nunca. Hay equipos de la liga que están llenando más, pero también son pabellones más pequeños. No sabemos cómo atraer a más gente.