Donostia - Gotzon Enbil (Zumaia, 1977) cumplirá el próximo 6 de octubre dos décadas como puntista profesional, que dice el tango que no son nada. Enbil se erigió el sábado en el Carmelo Balda de Donostia como campeón del Parejas del Consejo Mundial, dentro del final del Circuito Jai Alai World Tour. El zumaiarra ni se imaginaba que iba a cumplir los veinte años dentro del ruedo de la cesta punta con victoria en una competición tan exigente. Más aún con los problemas físicos que arrastra desde el curso pasado en la rodilla, que no le permiten darle todo el lustre a su juego, destacado desde hace muchas temporadas. A Enbil le duele la rodilla izquierda, mientras que la derecha, ya operada, le espera templada. Así, el guipuzcoano no puede gozar del mimbre, debido a sus características de juego: físico, veloz, a saltos. Labró el título junto al donostiarra Mikel Egiguren, otro veterano, con el que conforma un dueto compensado y al que es muy complicado meter mano. “Esta es una txapela más”, dice con modestia el pelotari de Zumaia, quien suma su sexto entorchado del Parejas. Los otros cinco los ganó junto a su adversario y paisano: el zumaiarra Iñaki Osa Goikoetxea, el terror puntista.

“No me imaginaba que iba a llegar a este punto. Este verano comencé con ciertas dudas y me han cuidado bien al no cargarme de festivales. He pasado problemas”, admite el zaguero, quien agrega que “pasé todo 2015 parado y aún sigo con dolores”. La historia, tal y como cuenta Enbil, fue que, en el primer partido del curso pasado dentro del Jai Alai World Tour, se lesionó. “No pude aparecer en ningún partido más. Me pasé todo el invierno rehabilitando la zona. En marzo comencé a ensayar y firmé con Jai Alive jugar solo uno o dos duelos a la semana en verano. Así, he podido llegar bien a estas fechas”, asevera el veterano de Zumaia. La dolencia del curso pasado fue una torcedura que derivó en un esguince de los ligamentos. “Además, el menisco de esa pierna ya lo tengo operado”, recuerda Enbil, quien especifica que “ahora sigo sin tener la pierna al cien por cien”. Primero tuvo que operarse la zurda; después, la derecha, en donde se sometió a dos limpiezas para evitar “calcificaciones”, y ahora es la izquierda la que le molesta. “No sé si tendremos que intervenirla”, declara Enbil.

“Cuando iniciamos el Jai Alai World Tour mi objetivo era terminar el verano. He podido ir creciendo en confianza y me siento mejor”, señala, por otro lado, el zumaiarra, quien esperará al final para “hacer un balance”. “Voy a cumplir 20 años como profesional y el frontón es muy duro. Pasa factura a las articulaciones, como las caderas o las rodillas. Siempre depende del modo que tengas de jugar. Por ejemplo, yo siempre me he esforzado al máximo, andando en la cancha, cubriendo huecos y saltando. Eso pasa factura después de tanto tiempo con la cesta”, revela el campeón guipuzcoano.

LA FINAL El broche de oro de la temporada de Enbil llegó en el Balda donostiarra ante su vecino Goikoetxea, con el que cinco veces había reinado en años pretéritos. Fue un partido de muchas lecturas, de doble filo. Una resurrección azul en toda regla. “Sabía que iba a ser un encuentro duro. En la presentación nos tildaron de favoritos, pero con Goiko en la cancha uno no se puede fiar. Nuestro planteamiento era escoger pelota muerta e ir a por Ibai Erkiaga”, desbroza Gotzon, quien apostilla que “no nos salió bien en el primer joko”. Ocurre que el zaguero asomó “precipitado, con prisas” y trató de “atrasar” demasiado la pelota. Y no hizo daño al lekeitiarra. “Ibai jugó un gran set”, dice.

El 15-11 les hizo despertar. “Hablé con Mikel Egiguren y buscamos un material más vivo para quitar el rebote a Goikoetxea. Le dimos la vuelta (11-15). En el desempate, salimos a por todas. No había margen. Lo logramos”, remacha el zumaiarra. Al final, se desplegó un duelo de los que hacen afición en un ambiente increíble para poner el cerrojo al Circuito de parejas en Hegoalde. Queda el Individual, cuyas semifinales se despliegan a partir de mañana en el frontón Bizkaia de Bilbao, donde entran en juego los favoritos.