Herrada cicatriza en Amorebieta
KLASIKA PRIMAVERA | El corredor del movistar, uno de los damnificados en la caída de la Gran vía de Bilbao, se luce con un triunfo en solitario después de dejar al ruso Shalunov
Amorebieta - El costado izquierdo de José Herrada es un memorándum. Las postillas que le decoran el brazo moreno son el recuerdo de la Gran Vía de Bilbao, la caída que cortó la respiración a la carrera. Herrada se golpeó la cabeza contra el suelo. El pie impactó contra un bolardo. La palabra maldita, más fea, de la Vuelta al País Vasco. Esa noche a Herrada le costó dormir. El cuello, dolorido, le pellizcaba y el flanco izquierdo de su perfil de hilo era una quemadura. Herrada, parcheado, magullado, arañado por el asfalto, bajó a la mina con la frontal de la ilusión para trabajar, su cometido en Movistar en la ronda vasca donde las luminarias eran otras. “Desde que entré en Movistar, el rol había sido otro. Tuve oportunidades antes para conseguir algún otro triunfo, estuve cerca, pero en el WorldTour ya se sabe que es difícil y muchos días toca trabajar, pero lo hacemos con gusto”. El gustazo se lo dio ayer en Amorebieta.
Herrada, mayordomo de prestigio, invirtió en él. “La victoria va dedicada a mi familia, que siempre está ahí; para mi chica, por todo el equipo? ¡y a mí!”. En su nombre festejó la victoria en la Klasika Primavera. A la calle Nafarroa, la nueva arteria del ciclismo en Amorebieta desde que Gudari Kalea le pasara el testigo, llegó Herrada en solitario, la sonrisa abierta de par en par. No era para menos. Cinco años habían transcurrido desde que alzara los brazos por última vez. Fue en el Cinturò del Empordà. Después. Incrustado en el Movistar, después de pasar por Caja Rural, supo el conquense que lo suyo era el buzo de mahón para servir a los que lucen cuello blanco. En Amorebieta se vistió de esmoquin para la fiesta. El traje de ganador lo adquirió en el escaparate de Montecalvo para pasearlo en la alfombra roja. En meta.
Antes, desde los tacos de salida, la carrera se concentró en una escapada de 18 corredores: Carlos Barbero, Fabricio Ferrari (Caja Rural); José Herrada, Marc Soler (Movistar): Imanol Estévez, Egoitz García (Murias Taldea); Pablo Torres (Burgos-BH); Gustavo César Veloso, Juan Ignacio Pérez (W52); Samuel Magalhaes, César Fonte (Radio Popular-Boavista); Evgeny Shalunov, Aleksey Rybalkin (Lokosphinx); Alejandro Marque, David de la Fuente, Óscar González (Efapel); Diego Milán (Inteja) y Francisco Mancebo (Sky Dive). El grupo era la versión, a escala reducida del pelotón, una colmena, un babel en el que el entendimiento fue instantáneo. Mejor jugársela entre 18 que entre 118. No faltaba nadie salvo el Louletana, que trató de desarticular la evasión, pero a sus centinelas no les alcanzó para nada que no fuera seguir a los fugados con prismáticos y masticar su rabia por no estar en el hemiciclo donde se discutía el triunfo.
En las distancias cortas, donde estaba el ganador, se lanzaron las primeras descargas en cuanto Montecalvo se personó en el debate bajo un cielo con el sol como único huésped. La Klasika era un estallido de cielo amarillo y guerra de guerrillas. Todos contra todos hasta enlazar, en segunda oleada, con Montecalvo. La batea separó el oro de los sedimentos del grupo por el meneo de Shalunov (Lokosphinx), un ruso terco que se empeñó tanto que únicamente Herrada y Soler (Movistar) se enroscaron a él.
Al trío le perseguían cuatro cazarrecompensas: Carlos Barbero (Caja Rural), Imanol Estévez (Murias Taldea), César Fonte (Radio Popular-Boavista) y Francisco Mancebo (Sky Dive), que se quedaron sin jornal. Montecalvo, otra vez, actuó de crupier. En el reparto de cartas, Herrada se llevó el as. En el descenso previo a la última ascensión, Herrada abrió gas y dejó a Shalunov y Soler, que vigilaba al ruso, un tipo duro que se resistió a firmar el armisticio. “Desde que le he visto en la fuga, sabía que Shalunov era un rival duro. Es de los que no se rinden y así ha sido. Hasta los dos últimos kilómetros no me veía claro llegando”, confesó José Herrada mientras refrescaba el gaznate, que no era champán, pero la bebida sabía a néctar de los dioses. Así se sentía José Herrada, ángel caído en Bilbao, después de cicatrizar en Amorebieta.
Clasificación
1. José Herrada (Movistar) 3h.56:20
2. Evgeny Shalunov (Lokosphinx) a 29’’
3. Carlos Barbero (Caja Rural) a 2:35
4. Francisco Mancebo (Sky Dive) m.t.
5. César Fonte (Radio Popular) m.t.
16. Gari Bravo (Murias) a 04’02”
21. Gorka Izagirre (Movistar) m.t ”