lazkao. La misma carretera que da gloria al ciclismo profesional ha conducido al adiós más triste a Rufino Murguía. El mundo de las dos ruedas despidió el lunes pasado al auxiliar de Euskaltel-Euskadi Rufo, como le llamaban muchos, en un funeral religioso en Lazkao al que no faltó nadie. Allí estuvieron los Etxabarri, Unzue, Galdeano, todo el Euskaltel-Euskadi, representantes del Caja Rural aficionado, del Kaiku... Estaban todos los auxiliares de Euskadi y algunos llegados del Estado. Solo faltaron los que tuvieron que subir al ferry para acudir al Tour de Francia.
Rufo falleció en la madrugada del pasado domingo a los 55 años al no superar el daño producido en un accidente cuando conducía el autobús-taller del equipo Euskaltel-Euskadi que se incorporaba a los Campeonatos de España de ciclismo en la localidad leonesa de Bembibre.
La escuadra naranja envió "un fuerte abrazo y el más sentido pésame" a la familia de Murguía. "Se queda con nosotros su incondicional amor por este deporte, su compañerismo y espíritu alegre, su ejemplo y entrega por un mundo que le apasionaba, desde la categoría profesional hasta la prueba más modesta de categorías inferiores".
Otro tanto hizo el Baqué-Campos y Elkar Kirolak que se unieron "al dolor" por el fallecimiento de quien fue empleado del conjunto durangués hace una década. Calificaron a Rufino como "nuestro buen compañero. Vaya desde aquí nuestro más sincero abrazo de apoyo y ánimo".
"Un trabajador" El abadiñarra Mikel Agirre, Kotxarri, acudió al funeral de su excompañero en el Café Baqué. El vizcaino recordará siempre a Rufino como "un hombre nervioso, de mucha voluntad a la hora de trabajar, muy trabajador. Una persona de la que no puedo decir nada que no sea bueno. Fue para mí un buen compañero y un vacilón".
A la despedida religiosa "no ha faltado nadie", agrega a su lado el excliclista profesional Pedro Horrillo. "Nunca estuve con él en un equipo, sin embargo, no me digas cómo, pero para mí era un amigo. Así lo he sentido siempre de las veces que hemos coincidido en este mundillo".
El también exprofesional de la naranja mecánica, Aitor Bugallo, le define como "un buen tío, un currela, un hombre sencillo". El triatleta de Abadiño del DT1, Jon Karro, conocía a Rufo. "Le conocía como masajista y a la vez como chófer del Euskaltel. Habíamos hablado porque teníamos amigos en común y en una ocasión por una lesión. Aún así debo decir que era un tío cojonudo y cien por cien entregado a las dos ruedas".
La exciclista Eneritz Iturriaga también lamentó el fallecimiento de Murguía. Su padre, Alberto Iturriaga, de la tienda Ciclos Iturriaga mantenía contacto con Rufino de cuando el guipuzcoano estuvo enrolado en el Café Baqué. "Hace un mes vino a la tienda a comprar unas ruedas para su hija, también ciclista, como su chaval. Era una bellísima persona y de él, además, destacaría su afición máxima por el deporte del ciclismo. Cuando me enteré de su fallecimiento lo sentí muy mucho", subraya quien décadas atrás fuera mecánico de equipos como el Super Ser, Alfa Lum, Novostil-Helios, Teka, e incluso de la selección estatal e italiana.
De Lazkao a Beasain Rufino Murguía nació hace 55 años en Lazkao y residió en los últimos tiempos en Beasain. Era un clásico en el mundo de las dos ruedas. Se incorporó al Euskaltel Euskadi en 2010. Hasta la fecha había cumplido labores de auxiliar y masajista en otras escuadras como Caja Rural, Kaiku, Lampre, Tinkoff o el Katusha.
El guipuzcoano estaba casado y era padre de tres hijos. Uno de ellos, Urtzi, milita en el equipo de aficionados Lizarte, mientras Maite lo hace en el Lointek. Rufino, además, era un hombre en forma a quien le gustaba, por ejemplo, tomar parte en citas deportivas como la Behobia-San Sebastián.
Al conocer la mala noticia de su muerte, todos y cada uno de los estamentos del mundo del ciclismo se volcaron para emitir sus condolencias a los familiares mediante comunicados o reacciones personales a través de las redes sociales de Internet. José Herrada, del Movistar, dedicó su victoria en los estatales de Bembibre a Murguía. Excorredores como Patxi Vila, Joseba Beloki, Txente García Acosta u Óscar Pereiro; grandes nombres del actual pelotón profesional como Alberto Contador, Alejandro Valverde, Beñat Intxausti, Jonathan Castroviejo o Luis León Sánchez; directores como Xabier Artetxe o Josean Fernández Matxín; equipos como Movistar, Cannondale, Caja Rural, Seguros Bilbao, Cafés Baqué, Hirumet; organizaciones como las de la Vuelta a España o la Vuelta al Bidasoa, la Federación Española de Ciclismo y todos sus actuales pupilos en Euskaltel-Euskadi se mostraron "muy afectados por la trágica noticia". Beloki comunicó que "nos ha dejado Rufino. Nada más que decir. Goian bego".
En las redes sociales se pudieron leer más mensajes de lamento, como el del matrimonio formado por los exciclistas, Joane Somarriba y Ramontxu González Arrieta. "Nuestro más sentido pésame a la familia de Rufino. Besarkada haundi bat. Goian bego", emitieron. Mikel Astarloza, de Euskaltel-Euskadi, agregó que "hemos perdido a un gran amigo. Rufino, ¡nunca te olvidaremos! Agur eta ohore, Rufo".
Ixio Barandiaran, de Orbea, agradeció su amistad con el auxiliar del Euskaltel Euskadi. "Contigo aprendí y compartí muchas batallas que nunca olvidaré. Siempre estaremos contigo la familia Orbea. Gure atsekabea Mari Paz, seme alabak eta familia. Besarkada bat".
El ciclista Beñat Intxausti al conocer la ya inesperada noticia publicó "camino a la salida del campeonato, con mal cuerpo. Ánimo a familia, amigos y equipo". La periodista Arritxu Iribar lamentó que el día despertara "triste y llorón como mi corazón" y envió un beso muy grande a los Murguía.
El ciclista Amets Txurruka también reaccionó de forma cariñosa y dolida: "No me lo puedo creer ni quiero creer que Rufino se nos haya ido para siempre. ¡Siempre te querremos!".