BARCELONA Pinto; Dani Alves, Piqué, Puyol, Jordi Alba; Busquets, Xavi (Thiago, m.74), Fábregas (Villa, m.59); Pedro (Tello, m.71), Iniesta y Messi.

REAL MADRID Diego López; Arbeloa, Varane, Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso (Essien, m.84); Ozil (Pepe, m.78), Di María, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Callejón, m.70).

Goles 0-1, m.13: Cristiano Ronaldo, de penalti. 0-2, m.58: Cristiano Ronaldo. 0-3, m.68: Varane. 1-3, m.89: Jordi Alba.

Árbitro Undiano Mallenco (Comité navarro). Mostró cartulina amarilla a Piqué (m.13), Arbeloa (m.37) y Puyol (m.40).

Estadio Camp Nou. 95.002 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Antoni Puyol, presidente de la Federación Catalana de Fútbol entre 1989-2001, recientemente fallecido. A un cuarto de hora para el final, se encendió una bengala desde la zona en la que se encontraban los seguidores del Real Madrid.

Barcelona. Con un gran Cristiano Ronaldo, autor de dos tantos, el Real Madrid desnudó al Barcelona para firmar su pase a la final de la Copa del Rey en un partido en el que el equipo de Mourinho dio una lección a los azulgranas, que volvieron a completar una errática actuación. Los madridistas leyeron el encuentro a la perfección y no dieron opciones a los barcelonistas, un equipo sin capacidad de respuesta y que volvió a encallarse ante un rival organizado, algo que ya le ocurrió en la última eliminatoria de Champions en Milán.

Desactivado Messi, el Barcelona nunca encontró respuestas entre la telaraña blanca. El Real Madrid siempre fue a lo suyo y se clasificó para la final con un guión que últimamente le ha reportado buenos resultados en el Camp Nou. Un clásico repetido. Un partido ya visto, no solo de esta temporada ante el Milan o el Sevilla, sino de otras campañas, en las que el Barça tiene el control, pero se muestra indolente frente a un rival que juega a la contra, que enjaula a Messi y que se adelanta en el marcador.

Estuvo el partido donde quería el Real Madrid desde el inicio. Sin sorpresas en la alineación del Barça de salida. No estaba Villa, no hubo un nueve para fijar a los centrales y Jordi Roura (o Tito Vilanova) decidió que era el momento para volver a confiar en su once de gala. Pero la fórmula no funcionó. Mourinho dejó en el banquillo a Pepe y Benzema. Sabía el técnico portugués que con espacios y aprovechando el gran momento de forma de Cristiano Ronaldo, su equipo podía hacerle daño a un Barça muy errático. Y así fue.

Messi apareció pronto, pero muy poco. Tuvo una gran ocasión en el segundo minuto, cuando Pedro recibió un gran pase de Xavi y asistió al argentino, que remató cruzado. Pero nada más. Además, el Real Madrid aprovechó todos los errores del Barça. Monopolizando la posesión, una arrancada de Cristiano por la derecha fulminó a los azulgranas. Se midió con Piqué en la carrera, entró en el área y después de hasta tres bicicletas, fue derribado por el central azulgrana. Penalti, 0-1 en 13 minutos y una buena parte del trabajo hecho. Barça y Real Madrid se encontraron en un escenario habitual. En once de los últimos clásicos, los blancos se han adelantado en ocho. Y ayer volvió a ocurrir.

El control de la posesión no le dio ocasiones a los locales. Solo un remate de Iniesta (m.27) y una falta lanzada por Messi (m.39) ofreció el Barça hasta el final del primer tiempo, mientras que el Real Madrid creaba sensación de peligro en cada llegada.

Tras el descanso, Iniesta decidió tomar las riendas de la situación, pero no fue suficiente. Una jugada suya permitió una buena opción para Sergio Busquets (m.52), pero cuando mas volcado estaba el equipo local, el Real Madrid volvió a desnudar a los azulgranas. Un despeje desde el límite de su área de Khedira se convirtió en un pase peligroso sobre Di María. El argentino se midió en la carrera con Puyol, el capitán barcelonista se resbaló y el balón cayó al lado de Cristiano Ronaldo. El portugués mató el partido, Varane firmó después el tercero y, con todo decidido, Jordi Alba marcó el tanto del honor.