Sensaciones agridulces en el seno del Lagun Aro GBC el día después de su derrota ante el Caja Laboral en el Sant Jordi. El jueves por la noche, la tristeza era la nota predominante entre la expedición guipuzcoana, porque la victoria estuvo al alcance durante muchos minutos, pero con el paso de las horas todos fueron dándole poco a poco la vuelta a su estado de ánimo y eran conscientes de que habían protagonizado un capítulo histórico en el baloncesto guipuzcoano, y que habían dejado el pabellón alto pese a no poder rematar la faena.

"Pudimos haber ganado". Esta frase, pronunciada entre otros por David Doblas, era el perfecto resumen de lo que piensa el vestuario del Lagun Aro GBC. "Estoy bastante apenado por no haber conseguido la victoria, la verdad. Competimos para poder optar a ella. Creo que merecimos llegar con opciones de ganar al último minuto", reflejaba ayer Sito Alonso, que acudió a ver la Minicopa. El técnico era quien con más entereza pareció encajar la derrota, ya que sus jugadores salieron cabizbajos del vestuario. Eran conscientes de que habían perdido una gran oportunidad de haber seguido haciendo historia. Con 28-38 en el ecuador del encuentro, quien más quien menos se veía jugando hoy contra el Barcelona en semifinales.

Los fatídicos ocho minutos que fueron del 20 al 28, saldados con ese terrorífico parcial de 23-3, fueron los que enterraron casi todas las opciones del conjunto guipuzcoano, que antes lo había bordado para irse diez puntos arriba al descanso. "Habíamos hablado en el vestuario de que ellos iban a salir fuertes porque no les quedaba otra. "Nosotros no hemos sabido administrar la intensidad, hemos pecado un poco de precipitación y al final no hemos sabido remontar. Este partido lo podíamos haber ganado, lo digo con mayúsculas", resumía Doblas, tan sincero como atento, ya que estuvo un buen rato atendiendo a la prensa. El pívot es consciente de que es una de las imágenes del equipo, y lo asume para lo bueno y para lo malo.

El jugador cántabro lamentaba que el equipo no hubiera sabido gestionar la presión de los últimos minutos después de haber sido capaz de volver a meterse en el encuentro. A partir del 59-58, el Caja Laboral jugó con más orden y precisión, gracias sobre todo a la impagable labor de Prigioni, mientras que el GBC actuó más a impulsos. Tampoco tuvo la suerte de su lado con algunas acciones clave. Como un lanzamiento de Neto que no entró y que hubiera puesto por delante al equipo. O como un triple que se le salió a Panko y que hubiera supuesto reducir la desventaja a tres puntos a apenas tres minutos y medio. O el contraataque de Vidal y el triple fallado por Baron que hubieran apretado muchísimo el partido de cara a ese minuto final. Por no hablar de los tiros libres errados, consecuencia posiblemente de esos inevitables nervios.

También lamentaban en el seno del Lagun Aro el hecho de que Panko llegara mermado a la cita. El ala-pívot, con un proceso gripal, se pasó el lunes en la cama y el martes entrenó a un ritmo bastante bajo, por lo que es lógico que llegara al jueves bastante lejos de su mejor forma. En la cancha fue evidente que no estaba a tope y el equipo echó en falta sus puntos en los minutos decisivos, que estaba siendo una de sus características durante la temporada.

"Algunas malas decisiones, algún tiro que no ha entrado… son detalles que te hacen perder unos cuartos de final", resumía Doblas, que está convencido de que el equipo se va a recuperar muy pronto del pequeño mazazo que supuso no avanzar en la Copa: "Esto al equipo no le va a hacer daño de ninguna manera". Y es que ahora los jugadores y técnicos tratan de impedir de que la eliminación en cuartos de final tenga consecuencias en el plano moral y afecte a la buena línea del equipo en los últimos dos meses y medio. La Copa debe ser un impulso y el siguiente reto es claro: ganar al CAI Zaragoza, un rival directo en esa zona media-alta de la tabla, que visita Illumbe el domingo de la semana que viene a las 12.15 horas. Allí, con la ayuda de una afición que el jueves siguió con pasión una cita histórica, el equipo de Sito quiere lograr un triunfo que le permitiría seguir entre los ocho primeros clasificados, que es el objetivo de aquí a final de temporada. "Ahora mismo ya pensamos en el play-off y pensamos en el Zaragoza, que es el siguiente partido. No vamos a parar".