Donostia. Ricardo Abad se ha involucrado en esta hazaña para recaudar fondos para ANFAS, una asociación navarra en favor de las personas con discapacidad intelectual: Ya lleva más de 7.000 euros.

Más de 400 maratones consecutivos, y subiendo... ¡Pues empiéceme a contar! ¿A qué hora se ha levantado hoy? (La entrevista está hecha el lunes).

A las seis de la mañana. He desayunado, y luego me he echado la siesta de después del desayuno (risas). Me tumbo, miro un poco el correo... y me quedo dormido otra vez. Así hago la digestión. Hacia las ocho he salido a correr los 42 kilómetros.

¿Trabaja?

Sí, en una fundición del grupo Mondragon, aquí en Tafalla. Fagor Ederlan Sociedad Cooperativa, se llama. Dependo del turno que me toque. Si trabajo de noche, corro el maratón por la tarde. Si trabajo por la mañana, corro también por la tarde. Y si toca currar por la tarde, corro por la mañana.

Así que la hora de sus maratones es muy variable...

Sí, y eso resulta peligroso. Es mejor coger una rutina, y correr siempre a la misma hora. Además, el trabajo me obliga muchas veces a, prácticamente, doblar en un mismo día. Mira, el viernes (por mañana) trabajo por la noche, así que el maratón del sábado lo haré por la tarde, y el del domingo es a primera hora de la mañana. Correré dos en un espacio de 14-16 horas.

Hoy jueves le toca correr en Valencia. ¿No tiene que trabajar?

En el trabajo me estoy arreglando con los días de vacaciones de todo el año. Creo que ya no me quedan, ando muy raspado. Porque los eventos con Pronokal, mi patrocinador, los solemos hacer en diversas ciudades y entre semana. Claro, eso me obliga a ir cogiéndome días, y días, y más días... También gasté algunos cuando anduve con gripe hace unos meses. No podía cogerme la baja, y preferí estar libre de trabajo para recuperar mejor.

Usted empezó como ciclista de muy pequeño, pero hace seis años le dio por correr, y se le ocurrió hacer 500 maratones seguidos...

Vamos a ver. Este proyecto nació en 2009. Entonces di la vuelta a la península corriendo, y para preparar ese reto ya completé antes dos series importantes de maratones. En verano de 2008 hice 30 seguidos. Y un poco más tarde, ya en 2009, surgió la idea de hacer 100. Sin embargo, al haber un americano que había completado 131, subí a los 150. Cuando terminé, me quedé con pena, con ganas de seguir. Porque si alguna vez quería batir ese registro, iba a tener que empezar de cero otra vez. Lo que ocurría es que las fechas de la vuelta a la península que tenía prevista se me echaban encima.

Dio la vuelta a la península, y después sí que se le ocurrió lo de los 500 maratones.

Tampoco, tampoco. El proyecto inicial era un año entero de maratones. Todo 2011. Del 1 de enero al 31 de diciembre. Pero mientras buscaba patrocinadores, con la idea en mente, apareció Stefan Engels, el belga que completó también 365 consecutivos. Así que subí a los 500, y adelanté tres meses el comienzo. Arranqué el 1 de octubre de 2010, y termino el próximo 12 de febrero en Barcelona.

Va a correr en todas las provincias del Estado.

Sí, aunque esta idea nació el pasado mes de mayo, con el reto ya iniciado. Desde entonces, desde mayo, voy a correr al menos un día en cada una de las 50 provincias. Llevo 32. Valencia me toca el jueves (por hoy), y sumaré 33. Y con Gipuzkoa el domingo, 34. Ya te digo que esto de las provincias arrancó en mayo. Así que, aunque en noviembre pasado ya corrí en Donostia, todavía me falta Gipuzkoa.

Vamos a entrar en detalles sobre sus maratones diarios. Los corre con un GPS que le mide la distancia.

Con dos, con dos. Siempre con dos, por si acaso uno de ellos me juega una mala pasada. Después de la carrera descargo los datos en red. Me exigen que lo haga, así como que me haga una foto con un periódico del día al terminar, y que tres testigos que me hayan visto correr firmen un documento.

Normalmente supera los 42,195 kilómetros reglamentarios.

Me gusta parar el GPS en 42,200, o incluso en 42,400. De hecho, uno de los GPS siempre pilla alguna señal diferente al otro, y termina marcando más o menos distancia. Prefiero no crear dudas, y no parar uno de ellos en 42,15, para que no te venga nadie y te diga: "Oye, que te han faltado 40 metros".

Mete muchas horas sobre el asfalto. ¿Recurre a la música?

No. Me gusta la música, pero me concentro más corriendo sin escuchar nada. Como dices, son muchas horas, y esa música puede llegar hasta a cansar.

¿Cuál es su mejor marca personal en maratón? Dentro o fuera de este reto...

Fue fuera de este reto. Hice 2h46, precisamente en Donostia, en 2009. Me gustaría preparar bien un maratón alguna vez, para hacer marca. Pero es complicado compaginarlo con estas cosas. Aquel año venía de hacer la vuelta a la península, a ritmos de 6-7 minutos el kilómetro. Luego te pones a correr un maratón por debajo de cuatro minutos el kilómetro y el cuerpo se te queja. Ya solo por el hecho de alargar la zancada, recuerdo que me tiraban las ingles un montón. Tengo esa duda de saber lo que valgo realmente en maratón, y creo que nunca la despejaré. Quizás bajar de 2h40, rondar 2h35... No lo sé. Mis objetivos son más de ultrafondo.

Ahora dígame cuál es su maratón más rápido desde que inició esta aventura.

Pues también el de Donostia, el año pasado: 2h57. Cuando empecé este reto, dije que en los maratones oficiales no me iba a picar. El primero de ellos, de los oficiales, fue en octubre de 2010, el nocturno de Bilbao. Hice 3h14, y dije: "Bueno, este ritmo está bien. No es el del día a día, es más rápido, pero no está mal". Luego, en noviembre y en diciembre, me cebé más. De hecho, bajé de las tres horas en Donostia, como te he comentado, y también en Castellón, justo después. Ahora me lo tomo con más calma. El maratón de Salou, hace diez días, lo terminé en 3h21, y el domingo espero volver a andar por ahí.

¿Su maratón más lento?

6h57, creo, cuando la media habitual ronda las cuatro horas... Fue aquí en Tafalla. Estaba muy mal. Tenía descomposición, había estado devolviendo. Corrí por la tarde, y terminé a las dos de la mañana. Esos son los días complicados del reto.

¿Qué me dice de la metereología?

Que ahí he tenido suerte. Porque el invierno del año pasado fue bastante tranquilo. No llovió demasiado, apenas nevó... Tuve días jodidos, de esos de uno o dos grados y agua, pero poco más. Y el verano tampoco ha tenido temperaturas extremas. Días puntuales de mucho calor sí, pero al margen de eso... Yo al verano le tenía mucho respeto, más que nada por el tema del peso. Quería mantenerlo, no perder mucho, y lo conseguí.

Ahora está en...

Me suelo pesar los viernes, no me gusta andar todos los días con la báscula. Estoy en 81,5 kilos, justo el peso con el que empecé el reto hace más de un año. Mido 1,89.

Hábleme de su alimentación.

Lo primero, decirte que no tengo a nadie que me avitualle en carrera. Yo mismo llevo algo encima, o voy parando en las fuentes para beber. Y a la hora de comer, tampoco es que lleve una dieta especial. Como bien, abundante, y de todo. No abuso de las grasas, ahí me cuido, lógicamente. Pero a partir de ahí, sigo una dieta normal.

¿Qué le dice el cuerpo?

Hay días que se queja mucho y otros días menos. Tengo que dominarlo con la cabeza. Porque hay días en los que te quieres morir: la ingle, el gemelo... Dices: "¿A dónde voy yo así?". Pero cuando vas poniendo la máquina en funcionamiento, esos problemas tienden a desaparecer. Siempre digo que los primeros kilómetros son los peores. Si encima te pones a pensar en lo que te queda, te vienes abajo.

¿Hace estiramientos?

No estiro mucho, la verdad. Más que nada, es una cuestión de tiempo. Los estiramientos resultan muy recomendables, pero suelo andar con bastante prisa. Además, el ejercicio que yo hago es diferente a la competición. Porque salgo tranquilo y voy cogiendo ritmo poco a poco. Sí es cierto que lo ideal sería estirar al terminar, pero no tengo tiempo.

Llega con ganas de estar con la familia, claro.

Estoy casado y tengo una hija de seis años. Imagínate...

¿Ya le aguantan?

(Risas) Sí, sí. Tengo un muy buen apoyo en casa, la verdad. Y para hacer cosas de estas, es muy importante. Mi mujer siempre me ha ayudado mucho. Con esto, hipotecas muchas horas de estar en familia, y con la cría. Pero si te organizas bien, tienes tiempo para todo.

"Voy a hacer 500 maratones seguidas". ¿Cómo reaccionó su mujer?

Me preguntó si ya me iba a merecer la pena volver a vivir lo de 2009, con las 150 maratones seguidas de entonces. Es verdad que aquella experiencia me marcó mucho. Sufrí un montón, y pasé momentos complicados. Pero esta vez, aunque son muchos más días, lo llevo mejor. El paso de los años te da una madurez tanto física como psicológica. Porque la cabeza es muy importante.