LAGUN ARO GBC Salgado (5), Baron (5), Vidal (10), Panko (19), Doblas (9) -cinco inicial- Neto (6), Papamakarios (4), Lasa, Lorant y Olaizola.

VALLADOLID Uriz (2), Diego García (10), Robinson (4), Seawright (14), Touré (10) -cinco inicial- Umeh (5), Zamora (3), Nacho Martín (2), Dumas (2).

Parciales 10-22, 16-9, 17-17 y 15-4.

Árbitros De la Maza, Sacristán y Sánchez.

Incidencias Unos 250 espectadores en el polideportivo de Eskoriatza.

Eskoriatza. Es pretemporada, época de preparación, y los altibajos y las dudas son la nota habitual en los amistosos previos a ese 9 de octubre marcado como hora de la verdad. El de ayer, en Eskoriatza frente al Blancos de Rueda Valladolid, no fue una excepción y ambos equipos demostraron que tienen trabajo por hacer antes de ese inicio liguero. Hay, sin embargo, una cosa clara y es que, un año más, Andy Panko vuelve a estar pletórico.

Da igual que el americano juegue de alero, su posición habitual, o de ala-pívot, donde está actuando este verano por la ausencia de jugadores. Sigue siendo el jugador que marca las diferencias. El estilo rápido y agresivo que quiere imponer Sito le viene de maravilla y ayer fue el mejor, liderando la victoria por 58-52 ante el conjunto vallisoletano, donde milita el excapitán del GBC, Ricardo Uriz, que aprovechó la ocasión para saludar efusivamente a sus excompañeros.

El Lagun Aro fue de menos a más. Empezó de forma horrible y por momentos dio una imagen preocupante, con desajustes defensivos y unos ataques excesivamente alocados. El 10-27 al inicio del segundo cuarto reflejaba el mal partido que estaban haciendo los de Sito Alonso. La entrada de Neto, muy intenso atrás, y Papamakarios, otro que dio empaque a la defensa, hizo que el Lagun Aro mostrara una mejor cara. El brasileño hizo un poco de todo, con errores de bulto y jugadas defensivas de mucho mérito. Puede ser la constante durante una temporada en la que el base carioca deberá trabajar mucho para adaptarse. Si juega como ayer, puede robar minutos a un Salgado bastante gris.

Esa mejoría atrás trajo consigo una mayor soltura en ataque y antes del descanso Andy Panko lideró un parcial de 9-0 con el que el enfrentamiento quedó casi equilibrado.

A partir de ahí, el Lagun Aro llevó el ritmo del choque, pese a que el Valladolid volvió a adelantarse en el último tramo del tercer cuarto. Vidal fue el mejor socio de Panko y Doblas se animó en la recta final del partido para protagonizar acciones de mérito. Eso sí, los ataques nunca llegaron a ser muy fluidos, quizás porque Jimmy Baron no tuvo su día.

El de Rhode Island estuvo muy desacertado en el tiro. Se le vio visiblemente cansado y eso posiblemente hizo que su efectividad se viera mermada. Es de esperar que se ponga a tono en estas dos semanas antes del comienzo de liga, porque es un jugador capital para este equipo.

Panko decidió Con empate a 48 y cinco minutos por jugarse, Panko puso la puntilla al Valladolid forzando varias faltas -hasta ocho en todo el partido- y anotando cinco de los últimos diez puntos de su equipo. Por ahora no juega donde se espera que lo haga, pero de ala-pívot también es capaz de marcar las diferencias en ataque e incluso en defensa, donde se supone que debería sufrir más.

El sábado en Azpeitia ante el Obradoiro y el próximo martes frente al Caja Laboral, Sito Alonso tendrá tiempo para seguir adaptando al equipo a su filosofía de máxima intensidad, agresividad y juego rápido. Faltan pasos por dar, pero con Panko a este nivel, siempre será más fácil darlos.