Este equipo promete

Donostia. No pudo ser mejor el estreno de la temporada en el San Sebastián Arena. El Lagun Aro GBC sumó frente al Cajasol su primer triunfo del curso y lo hizo cuajando una sólida actuación, que dejó un excelente sabor de boca entre el público presente en el pabellón. Es sólo una victoria en la segunda semana de liga, y aún queda muchísimo camino por recorrer sea cual sea el objetivo, pero la sensación que transmitieron los de Pablo Laso no pudo ser mejor. Este equipo promete y la temporada puede ser de lo más divertida si el nivel de ayer se mantiene y, por qué no, va aumentando paulatinamente.

Ante un Cajasol que por plantilla está obligado a entrar en el play-off por el título, el Lagun Aro demostró que tendrá cosas que decir en esta liga. Laso y su cuerpo técnico han tomado buena nota de los defectos de las anteriores campañas y parece que los han solventado. Con la llegada de Salgado y Baron, el equipo ha crecido. Tiene más variantes y es más compensado. Vamos, que es mejor que el del año pasado. Ahora toca confirmarlo donde cuenta, en la cancha. Y eso hizo el Lagun Aro ayer ante un rival que, por cierto, siempre había salido victorioso de Donostia. Buena señal haber cambiado esta tradición.

La puesta en escena fue notable. La defensa alcanzó por momentos un nivel altísimo, negando cualquier tiro cómodo a los hombres de Joan Plaza. En ataque, la responsabilidad la tomó Jimmy Baron Jr. El americano anotó tres triples en el primer cuarto que dispararon al Lagun Aro en el marcador al término de los diez primeros minutos (20-10). El escolta volvió a cuajar otra buena actuación y se confirma como un valor muy sólido en esta plantilla. Y ojo, que también las mete de dos y sabe defender.

La buena línea, con una defensa sólida y moviendo bien el balón en ataque, continuó en el segundo cuarto y al descanso el partido estaba encarrilado (40-26).

Más trabado fue el partido tras la reanudación. El Lagun Aro bajó ligeramente sus prestaciones ofensivas, quizás porque el Cajasol aumentó su intensidad atrás. Ahí, en esos primeros momentos de atasco, surgió un enorme Doblas, echándose el equipo a las espaldas, anotando ocho puntos en el tercer cuarto que mantuvieron la renta local (53-42).

La pausa de Salgado En el último parcial tocó sufrir. Tampoco podían esperarse facilidades de un equipo sólido y con calidad como el Cajasol. Ahí entraron en liza Tskitishvili, que demostró ser una buena variante ofensiva, Uriz, que metió un importantísimo triple cuando los sevillanos se habían puesto a cuatro (60-53) y sobre todo Salgado, que mantuvo la pausa necesaria en momentos de apuro. Su dominio del ritmo del partido, sus asistencias y sus postreros tiros libres amarraron un triunfo importante, porque es el primero y porque se logró contra un gran rival.

Este equipo promete, y lo mejor de todo es que parece tener un importante margen de mejora. Pero sólo si continúa al nivel de concentración y trabajo defensivo de ayer. Porque, como dijo el propio Joan Plaza tras el partido, el equipo que no sale al 100% en la ACB, acaba trasquilado. En seis días habrá que ponerlo en práctica en Menorca.