Donostia. Ni Urdaibai, ni Castro, ni Kaiku. Orio. La Mirotza ha teñido de amarillo el inicio de la Liga San Miguel, al vencer en dos escenarios emblemáticos y dispares como el Nervión y La Concha. Lo hizo fiel a su filosofía: tirando de cantera y recuperando a dos veteranos como Agustín Mujika e Ibon Urbieta. Así ha forjado el mejor palmarés del Cantábrico, y así puede pelear el título liguero, algo que nunca ha logrado y, al menos con la boca pequeña, tampoco se plantea su técnico, Joxean Olaskoaga, Aizperro: "Falta mucha temporada, y es mejor ver dónde estamos dentro de unas semanas. "
Al técnico aguilucho no le ciega el brillo de su liderato. El sábado, en el Nervión, que parece una ría muerta por lo que cuesta hacer andar al barco, "sacamos el bote más rápido que tenemos ahora mismo". El domingo introdujo dos cambios para atacar las olas donostiarras. "La idea es ir rotando a los chavales para llegar frescos a las regatas clave". Por ello, puede que algún día se sienten menos vatios sobre las tostas, pero Aizperro no desea hipotecar la trainera por la Liga. "Aún es pronto. Vamos a seguir haciendo cambios. Si luego se presenta la oportunidad de conseguir la Liga, nos centraremos en ella".
Con sus dos triunfos, Orio igualó su inicio de 2007, cuando vencieron en O Grove y Boiro, la única vez que ha enlazado dos triunfos seguidos. Entonces, la Liga San Miguel se la llevó Urdaibai -ganó cuatro de las cinco últimas regatas-, pero Orio triunfó en la Bandera de La Concha. El sábado, en Pedreña, los amarillos buscarán su tercer triunfo o, cuando menos, mantenerse con las mejores y conservar su renta en la general.
"Si seguimos así, comenzaremos con ese sueño de la Liga. Sabemos que esto no ha hecho sino comenzar, quedan muchos fines de semanas, y hay que seguir trabajando con los pies en el suelo. Creo que este año hay más nivel que nunca, pero también se ve que es cuando más podemos tener opciones de ganar la liga, porque hay varios equipos muy fuertes, pero con un nivel parecido".
Las principales esperanzas aguiluchas se basan en que sus remeros son propios, mientras que dos clubes llamados a grandes cosas como Urdaibai y Kaiku se resienten al poner a siete propios en sus embarcaciones: "Ahora estamos ahí, y a ver si somos capaces de aprovechar el tirón".
Aizperro considera que gran parte del buen hacer de sus hombres es que han tenido más tiempo que otros años para asimilar el paso del ocho al banco fijo. "Aún tenemos mucho que mejorar, como los demás, supongo, porque el domingo perdimos la cabeza, balanceamos mucho, y no gozamos". Sin embargo, supieron sufrir cuando Castro apretó en el tercer largo: "La regata del sábado nos dio mucha confianza y el domingo, durante el tercer largo, pese a que íbamos una trainera por detrás, pensábamos en que íbamos a ser capaces de remontar, como así fue. La tercera ciaboga fue clave, porque nos pusimos a la par y ellos fallaron en una ola, ahí atacamos nosotros, cogimos la ola y nos pusimos ya por delante, algo que en Donostia es muy importante".
En Donostia, y en la Liga: quien arranca bien, es un valor seguro el resto de la temporada arraunlari.