“Los porteros nos pasamos 90 minutos analizando cómo está colocado nuestro equipo, y pensando en soluciones para posibles problemas”. Esteban Suárez (Avilés, 1975) habla todavía en presente cuando se refiere a los guardametas, pero él ya está retirado y aguarda ahora una oportunidad desde el poso táctico que le dio, mientras estaba en activo, su privilegiada posición bajo palos. “Tengo el curso UEFA de entrenador, el de técnico de porteros y el de dirección deportiva. Si no me sale nada, que no sea porque no tengo los papeles”, bromea el asturiano, actual comentarista de la Liga e histórico arquero del Real Oviedo. Atiende muy amablemente a NOTICIAS DE GIPUZKOA para charlar sobre el ascenso del cuadro carbayón, sobre el partido del sábado y, cómo no, sobre aquella plácida y controvertida victoria de Osasuna en Anoeta que en 2001 empujó a su equipo a Segunda División.

¿Cómo han sido estos 24 años de ausencia en la máxima categoría?

Larguísimos (risas). Es que la gente de fuera de Oviedo no resulta consciente de lo que suponen... El aficionado que los ha vivido y los ha sufrido in situ, mientras, sí sabe lo duros que se han hecho. Hablamos de temporadas y temporadas en Segunda B, incluso en Tercera, jugando contra filiales de equipos a los que te enfrentabas en Primera, Sporting de Gijón incluido. En cualquier caso, también me quedaría con lo positivo de un período que ha servido para acentuar el sentimiento de pertenencia entre la hinchada. Hay niños e incluso adultos que hasta hace nada no habían visto al equipo en Primera División y que, sin embargo, eran y son del Oviedo.

Me vienen a la cabeza capitales de provincia que han visto sufrir a sus equipos y los han dejado de la mano de Dios.

Pero eso aquí es imposible. Es muy bonito lo de la fidelidad y el sentimiento que te comentaba ahora, pero es que la hinchada del Oviedo ha llegado a salvar al club de la desaparición. Cuando a un seguidor le preguntan cuál es la mejor afición del mundo, tiende siempre a pensar en la suya. Pero yo me aparto de mis colores, lo medito con la mayor frialdad posible y sigo teniendo dificultades para citarte algún club de Tercera División con diez mil socios. En el Tartiere eso ha pasado. Ojo.

Rebobino hasta el descenso de 2001 y le pregunto qué sentimiento existe en Oviedo respecto a la Real, tras aquel decisivo 0-1 de Osasuna en Anoeta...

A ver, los equipos del norte compartimos muchos valores y eso nos lleva a guardarnos todos un gran respeto. La historia y los acontecimientos te llevan siempre a momentos de mejor y peor relación, pero ahora mismo Oviedo se centra en disfrutar del regreso a Primera, que es lo más importante. Además, ¿cómo te voy a decir yo algo malo de la Real Sociedad, el rival de mi debut en Primera?

Esa no la tenía apuntada.

Fue en el antiguo Carlos Tartiere. Y nos ganaron 0-5. Pero el estreno no se olvida nunca.

Historia de un descenso

Le citaba aquel famoso derbi de Anoeta en la última jornada porque cosas así resultarían impensables ahora, casi un cuarto de siglo después.

Claro. Muchas veces se dice que el fútbol está cambiando para mal en ciertos aspectos, pero yo ahí discrepo. La evolución siempre resulta positiva, en todo y para todo. Ahora, por ejemplo, es noticia que se insulte a un futbolista en un estadio, cuando antes lo veíamos normal. Y, sobre lo que me comentas de aquel Real-Osasuna, existirán opiniones de todo tipo, pero yo siempre digo que la clasificación final después de 38 jornadas suele ser justa. Normalmente, los equipos acaban siempre donde merecen. Y, por desgracia, con aquel Oviedo terminamos en la 18ª plaza y descendimos.

Venían de ganar 0-1 en el Camp Nou en la 36ª jornada. ¿Se vieron salvados tras lo de Barcelona?

Sí, sí. Lo recuerdo perfectamente. Logramos aquella victoria y además los resultados del fin de semana nos acompañaron: cogimos un colchón de cuatro puntos sobre la zona de descenso, el Real Madrid se proclamó campeón de Liga, y el Mallorca se aseguró una plaza de Champions. Claro, en las dos jornadas finales teníamos que recibir al propio Real Madrid y viajar a Son Moix... Parecía que estaba hecho. Había un parón liguero de quince días, previo a la 37ª fecha, y lo vivimos con gran tranquilidad. Incluso se organizó de antemano una cena para celebrar la permanencia. El día del partido había preparados en el Tartiere 200 balones para lanzar a la grada después del encuentro.

Pero...

Pero sólo empatamos a uno. Me decías ahora que lo del Real-Osasuna resultaría impensable hoy en día. Y también lo sería aquel error de Losantos Omar al no pitar penalti sobre Oli, porque ahora existe el VAR. Mi compañero recibió la segunda amarilla por simular dentro del área, pero en realidad Iván Helguera le había clavado los tacos en las costillas. Al árbitro se le cambió la cara en el descanso, cuando le enseñamos la marca del impacto. Los comités le retiraron luego la tarjeta a Oli, señal inequívoca de que hubo pena máxima. De marcarla, nos habríamos puesto 2-1.

Aquella misma tarde, la Real se salvó ganando 1-3 en San Mamés. ¿Empezaron ya a sentir la mosca tras la oreja?

(Suspira) Nuestra tristeza tras aquella jornada residía en que éramos conscientes de que, para salvarnos, debíamos ganar en Mallorca. Tengo grabada la imagen de la expedición, una semana después en el aeropuerto, justo antes de viajar: sabíamos que si no ganábamos en Son Moix estábamos descendidos. No esperábamos ningún favor de nadie. Y además se nos había complicado aún más la cosa, en el sentido de que el propio Mallorca llegaba al partido con opciones de terminar segundo y evitar así las previas veraniegas de la Liga de Campeones. Habíamos visto hecho el objetivo y, de repente, teníamos muy difícil alcanzarlo.

¿Cómo recuerda lo de Palma?

Pues mira, en aquel partido, por ejemplo, yo no estuve muy afortunado. El 1-0 llegó en un balón sencillo que tenía que haber blocado y que se me escapó. Le cayó a un delantero del Mallorca y mi compañero Rabarivony cometió un penalti que significó su expulsión. Es lo que te decía antes... Cuando un equipo desciende, lo hace por un cúmulo de circunstancias. No es algo que quepa atribuir a un solo hecho o a un único partido.

¿Sabían ustedes lo que estaba sucediendo en Anoeta?

Sí, claro. Escucho a menudo a entrenadores decir, en las jornadas finales, que prefieren no enterarse de nada de lo que ocurre en otros estadios. Pero conseguir eso resulta imposible. Mira, Son Moix tenía por aquel entonces pistas de atletismo. La grada estaba lejísimos. Y aún así yo supe casi al instante que había marcado Osasuna en San Sebastián. Incluso supe que el gol había llegado de tiro lejano... Cuando terminó el partido no me hizo falta preguntar nada.

Veljko Paunovic, actual entrenador del oviedo, lamentando el descenso a Segunda en el banquillo de Son Moix, en 2001. JESUS FARPON / La Nueva España

Completada la travesía del desierto, ¿cuáles son las sensaciones actuales en Oviedo tras un arranque liguero con dos derrotas?

Si analizas el inicio desde un punto de vista digamos que matemático, resultaba probable de antemano que pasara esto. Es decir, que sacaras cero puntos de seis posibles contra Villarreal y Real Madrid. Pero también creo que estos dos primeros partidos han servido de aterrizaje en Primera División. Al fin y al cabo, el club y la plantilla tienen muy claro cuál es su objetivo... Y mira, yo soy de los que piensa que equipos como el Oviedo, recién ascendidos, se juegan la permanencia en una Liga de 26-28 jornadas. Luego también disputan una serie de partidos en los que normalmente no van a sumar, y tanto el desplazamiento a La Cerámica como la visita del propio Real Madrid forman parte de este segundo tipo de encuentros.

Desde fuera se percibe mucha ambición en el club para el largo plazo, con contrataciones que no son las propias de un equipo que acaba de subir.

Ya, pero tampoco parece que hayan podido traer a muchas de las primeras opciones, ¿eh? Al final, además, tú puedes mostrar en el mercado esa ambición que comentas, pero también vas a tener tus limitaciones, económicas principalmente, a la hora de reforzarte. Yo soy de los que cree que lo importante en la campaña posterior a ascender es salvar la categoría. Si lo consigues, al año siguiente ya empezarás a competir contra otros tres que vienen de Segunda, también contra algún otro equipo en apuros, y verás así multiplicadas tus opciones de asentarte. Hay que ir poco a poco. Mira por ejemplo el Espanyol...

Ofreció una buena imagen el domingo en Anoeta.

Claro, pero es que la pasada temporada, la primera tras subir, pasó muchos apuros para salvarse. Ahora, en cambio, ha tenido un verano adicional para estabilizarse y para acudir al mercado con mayores recursos. Digamos que el Espanyol se encuentra ya un peldaño por encima de lo que era hace un año. Y de momento el objetivo del Oviedo tiene que residir en alcanzar ese mismo estatus.

Con un entrenador al que usted conoce bien, ¿verdad?

Sí, Veljko Paunovic fue muy compañero en el propio Oviedo durante seis meses, precisamente los inmediatamente previos al descenso de 2001. Digamos que cerró un círculo con el ascenso del pasado junio: integraba la plantilla como futbolista cuando se bajó a Segunda, y 24 años después devolvió al equipo a Primera como entrenador. Se ha podido quitar aquella espina con creces.

Metamorfosis para subir

Paunovic fue nombrado a finales de marzo para relevar a Calleja. ¿Qué cambió para acabar logrando el ascenso?

En primera instancia consiguió resultados, lo más importante en el fútbol. Y a partir de ahí convenció a los futbolistas mediante una idea de juego muy práctica. El equipo se olvidó de ser vistoso, pasó a encajar muy pocos goles, y adquirió una trayectoria positiva que desembocó en el ascenso. Paunovic simplificó la propuesta. Los futbolistas dejaron de cometer errores. Y adquirieron así una confianza clave para el éxito final.

¿La visita de la Real este sábado inaugura para el Oviedo esa “Liga de 26-28 jornadas” por la permanencia?

Sí, porque el equipo juega en casa y porque, tras dos partidos cuyos alicientes han estado en su contexto general, el regreso a Primera y la visita de un gigante, el foco se va a situar por fin sobre lo estrictamente deportivo, y sobre la posibilidad de sumar puntos para el objetivo de la salvación.

¿Qué tipo de partido espera?

Pues un partido en la línea de lo que ya te he comentado sobre la idea habitual del Oviedo, aunque con sus matices respecto al 0-3 del otro día contra el Real Madrid. Paunovic apostó entonces por una zaga de cinco para imitar en cierto modo lo que le había funcionado a Osasuna en el Bernabéu. Pero, por cómo acabó el equipo el domingo, con defensa de cuatro y disfrutando de sus mejores oportunidades, supongo que el míster regresará a la estructura habitual, la de la primera jornada en La Cerámica. Además vuelve tras sanción Reina (expulsado en Vila-real), que me estaba gustando mucho hasta que vio la roja.

El vértigo ovetense está en las alas...

Sí. Ilyas Chaira y Hassan son dos extremos que te aportan mucha velocidad, y que supongo que volverán a compartir titularidad tras el paréntesis contra el Real Madrid (sólo el primero jugó de inicio). En cualquier caso, yo siempre digo que las categorías están para algo y que ambos deben acreditar ahora en Primera todo lo mostrado en Segunda. Escucho a menudo a la gente decir que tal o cual futbolista de Segunda “tiene nivel de Primera División”. Pero esto nunca se sabe, porque el nivel de los jugadores no se puede extrapolar tan fácilmente. Piensa que hay pérdidas de balón que pasan desapercibidas en otras categorías y que en la élite, mientras, se pagan caras. Y ahí están los goles del propio Real Madrid en el Tartiere para corroborarlo. Aunque contra la Real...

Contra la Real usted es más optimista.

Sí, pero porque vuelve Reina, al que te citaba antes. También porque Dendoncker (pivote belga recién fichado del Aston Villa) tendrá una semana más de trabajo a sus espaldas. E igualmente porque muchos futbolistas saldrán al campo algo más tranquilos, completado ya el debut en Primera. El equipo ganará en equilibrio, creo yo. Y creo igualmente que veremos un buen partido.