El Museo de Arte de San Diego acoge a partir de este sábado "la muestra más amplia" de la obra de Eduardo Chillida (1924-2002) expuesta en Estados Unidos en casi 50 años, que busca celebrar de manera exhaustiva la trayectoria de uno de los escultores más destacados de la Europa de la posguerra.
La exposición Eduardo Chillida: Convergencia, que permanecerá abierta hasta febrero próximo, es la única del artista vasco que tendrá lugar en Estados Unidos en el marco de la celebración mundial por el centenario del autor del Peine del Viento.
Se trata de la primera vez en casi cinco décadas que se hace una exposición dedicada al escultor guipuzcoano en Estados Unidos, subrayó a Efe Roxana Velásquez, directora ejecutiva del Museo.
Velásquez explicó que la institución guarda desde sus inicios una estrecha relación con el Estado español, y que en el caso de Chillida, incluso la geografía costera de este condado del sur de California es muy parecida a la costa vasca donde el artista creó algunas de sus mayores obras.
Traslados complejos
En su obra "hay una invitación a reflexionar sobre acantilados, costas y espacios, y hay mucha coincidencia entre la geografía del País Vasco y nuestra región".
Según el museo, la cercanía al mar incluso facilitó el traslado de obras voluminosas y pesadas.
Velásquez, sin embargo aclaró que no todo fue traído del Estado español, pues "el 30 % viene museos de Estados Unidos, y hemos tenido que crear sistemas vía terrestre y acuática para trasladar estas piezas".
"La gente se va a dar cuenta de las complicaciones. Aquí no hay obras vacías, sin peso. De hecho hay obras para esta exposición que pesan toneladas y que el material, ya sea madera, terracota, bronce o hierro forjado es muy difícil de mover", agregó.
La directora del museo calificó a Convergencia como "la muestra que nadie se debe perder", al considerar que es tan exclusiva en Norteamérica, como singular estilo de Chillida.
El lenguaje directo de Chillida
El artista donostiarra, abundó la experta, "busca el lenguaje directo, el lenguaje que extrae todo tipo de ruido o barroquismo; se concentra en cosas muy elementales como el espacio, el contexto, el tiempo y el lugar. Se hace estas preguntas filosóficas de dónde soy, a dónde voy".
El de Chillida "es un lenguaje muy simple, geométrico, pero que siempre nos está recordando que detrás de cada pieza hay un hombre pensando y ayudante a pensar", subrayó.
La exposición permitirá ver de nuevo juntas -por primera vez desde 1996- las esculturas monumentales en madera de la serie Abesti gogorra, conservadas en el Museo de Bellas Artes de Houston y el Instituto de Arte de Chicago.
También, profundizará en la serie Peine del Viento a través de varias esculturas y dibujos y una experiencia de realidad virtual que trasladará a los visitantes hasta la costa de San Sebastián para sentir el paisaje sonoro de olas y viento contra el acero.
Profundamente conectadas con el paisaje y las tradiciones de Euskal Herria, sus creaciones son puntos de convergencia en los que confluyen múltiples fuerzas, como la naturaleza y la cultura, lo material y lo inmaterial, la forma y el vacío.
San Diego, de celebración
La muestra de Chillida antecede la celebración de un siglo del Museo de Arte de San Diego, en febrero próximo, que incluirá un extenso acervo que incluye obras de artistas españoles.
Con unas 85 piezas, la muestra de Chillida abarca la prolífica carrera del artista y cuenta con una excepcional gama de materiales, como el hierro forjado, el roble, el alabastro, la arcilla y delicadas obras de papel.
La directora indicó que hay una fuerte conexión del Museo de Arte de San Diego con España y que las colecciones españolas "son de las más importantes fuera de España".
La institución, explicó, tiene obras de Goya, Sorolla, Zurbarán, José de Rivera, El Greco, como parte de un vínculo con el Estado español que comenzó desde el inicio del museo.