En los primeros días del pasado mes de mayo se publicó en la prensa la noticia del cierre de la muy reconocida imprenta Itxaropena de Zarautz, empresa casi centenaria, fundada en 1932 por Emilio Alcorta, Bonifacio Illarramendi y Francisco Unzurunzaga, que poco antes de la Guerra Civil española ya seguiría solo a nombre de Patxi Unzurrunzaga.

Era una noticia que, por inesperada para muchos, causó no poca sensación de pena, dada la estima a que se hizo acreedora Itxaropena por su tan larga como necesaria y brillante aportación a la difusión de la cultura vasca, para cuya labor no regateó esfuerzo alguno y mereció, en todo momento, el reconocimiento de quienes recurrieron a la citada empresa para la publicación y difusión de sus trabajos, así como de los lectores que esperaban con renovada ilusión la salida de nuevos o renovados títulos, siempre bien cuidados en su presentación.

Sinceramente, no cabía esperar tal noticia del cierre de Itxaropena, menos aún cuando en este mismo periódico, NOTICIAS DE GIPUZKOA, el pasado 2 de octubre de 2022 se publicó un reportaje con el título de Zarautz: Historia de la editorial Itxaropena, en el que se ofrecía una detallada síntesis escrita y gráfica de algunos libros de la citada empresa. Se dejaba constancia de su gran labor y la sensibilidad pública de la biblioteca municipal, ubicada en el hermoso edificio de Sanz Enea, que confirmaba así el arraigo popular por la Medalla otorgada por la villa de Zarautz el año 2009 en reconocimiento al trabajo que venía realizando durante tantos años la imprenta Itxaropena.

He citado en el titular de este artículo el nombre de José de Arteche, quien en el año 1939 se trasladó con su esposa azpeitiana Maritxu Gorostegui, ya madre de cinco hijos, a Zarautz, en donde se amplió el clan familiar con un par de nacimientos más.

Pronto empezó a relacionarse con las gentes del pueblo y surgió su gran amistad con Patxi Unzurrunzaga, de la editorial Itxaropena. Este le mostró la necesidad de conseguir la posibilidad de publicar algunos libros sin el agobio de la permanente censura y control por parte del Gobierno español.

En Arteche encontró, dada su permanente disponibilidad de ayudar, la persona idónea y, como quiera que Pedro Rocamora Valls, director general del Ministerio de Educación, veraneaba en Zarautz desde 1946, coincidiendo con la Fiesta Vasca de Zarautz de 1947 mantuvieron una grata entrevista con él, que les mostró su personal apoyo. Así fue posible la publicación en 1950 de Euskaldunak, de Nicolás Ormaetxea, Orixe, que lo había escrito antes de la Guerra Civil.

Al tiempo irían llegando otras autorizaciones, pero demoradas en demasía, ya que, por otra parte, Rocamora, excelentemente considerado en los movimientos políticos y culturales de Madrid, pasó a ocupar otros cargos de importancia en la capital y finalmente en el extranjero, en Roma, de 1952 a 1956.

Le cabe a la imprenta Itxaropena el alto honor, entre otros, de haber imprimido completa la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, de la editorial Auñamendi.

Patxi Unzurrunzaga Ugarteburu falleció en San Sebastián en 1984, a los 78 años. Le siguieron al frente de la imprenta su hijo Sabin y luego Pello. En la editorial Itxaropena le publicaron diversos libros a José de Arteche: Mi Guipúzcoa (1946), Caminando (1947), Mi viaje diario ( 1950), La paz de mi lámpara (1953), Vida de Jesús (1955), Portar bien (1957), Saint-Cyran (1958), Lavigiere (1963), Discusión en Bidartea (1967) y El abrazo de los muertos (1970).

José de Arteche publicó numerosos artículos en revistas y periódicos. Me resulta grato reseñar que una amplia y detallada referencia de sus publicaciones sobre él, que también perteneció a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País desde 1947, sean hoy referencia apropiada para el conocimiento de su vida y amplia obra literaria. Me refiero a los libros, ambos escritos por miembros de la Bascongada, Jose de Arteche Aramburu. Vida y obra de un vasco universal, de 1996, escrita por Antonio Villanueva Edo, Amigo de Número de la Bascongada; y Recordando a José de Arteche (1906-1971), de 2021, escrito por Pedro Berriochoa Azcárate, Amigo de Número de la Bascongada.

Quede constancia finalmente de los dos tomos, amplios y excelentemente imprimidos por la imprenta Itxaropena de Zarautz, con el título de Jose de Arteche, un hombre de paz, de 2006, en la que participaron diversos miembros de la Bascongada. La publicación fue coordinada por José María Urkia Etxabe, entonces presidente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, y la presentación tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento de Azpeitia, con fecha 17 de junio de 2006, en el centenario de nacimiento de José de Arteche y presidido por el alcalde Azpeitia, Julián Eizmendi.