El pasado año fue especialmente complicado para Maren. La artista vizcaina tenía todo preparado para el lanzamiento de su segundo disco, promoción, concierto de presentación y gira incluidos, pero todo se vino abajo y tuvo que resetearse, con cambio de oficina de management. “Fue muy complicado. Por suerte, veo que este año va a ser muy diferente y eso es lo que me pone contenta”, asegura la joven, ya con su nuevo álbum, Qué lastima, en la calle, que regresa hoy a Donostia, esta vez, al Teatro Principal.
“Como artista independiente vas siempre con mucho cuidado porque sabes que es una industria muy complicada. Pensaba que lo tenía todo claro y bien atado, pero, aunque lo lleves así, te pueden pasar cosas”, reflexiona la cantante, para la que todo lo ocurrido “más que un aprendizaje”, ha sido un cambio de actitud. “Tengo la mala leche más desarrollada”, afirma entre risas.
“Pensaba que lo tenía todo claro y bien atado, pero, aunque lo lleves así, te pueden pasar cosas”
El pasado 29 de noviembre por fin vio la luz su segundo disco, casi un mes después de la segunda fecha de publicación cerrada. La dana y la tragedia en Valencia volvieron a modificar sus planes. “No tenía ningún sentido sacarlo, por lo que decidimos dar un paso atrás y ayudar en todo lo posible. La gente me decía que, a pesar de todo, ellos seguían yendo a trabajar. Yo también lo hacía en casa, pero parte de mi trabajo es hablar de mí y en ese momento no tocaba”, señala la artista, que de desplazó en dos ocasiones a la zona afectada para ayudar.
La gira de este nuevo trabajo comenzó hace una semana en Madrid y este viernes tiene su segunda parada en la capital guipuzcoana. Se trata, como dice ella, de un álbum mucho más pensado para el directo que su antecesor, Margaritas y lavanda (2021), fruto de tres años dando conciertos. “El primero lo saqué sin haber girado nunca, así que tenía claro lo que quería para el directo. Está pensando al 100% para pasarlo bien”, revela.
“El primer disco lo saqué sin haber girado nunca, así que éste lo pensé al 100% para pasarlo bien”
En total, el nuevo trabajo cuenta con diez canciones, la mayoría de ellas en castellano, aunque también hay espacio para el euskera. “Cuando hago un disco me gusta dejar aunque sea una pincelada. Me da pena porque sé que como single no saldrá ya que las decisiones se toman desde Madrid, pero al menos que haya algo”, indica, al tiempo que cree que poco a poco se van derribando las barreras. “Yo escucho música en idiomas que no entiendo y estaría bien que fuera lo normal”, apunta.
Música, fotografía y magisterio
Qué lastima, que incluye las colaboraciones de Anne Lukin y Víctor Rossy en dos temas, bebe de las referencias musicales de Maren, muy alejadas de la mayoría de jóvenes de su edad. “Me he criado con mis abuelos y su música. A toda mi familia siempre le ha gustado y presto mucha atención a lo que me cuentan. A mí me encanta la de los 60 y de los 70, pero también la de hoy”, explica, confesando que les pregunta a sus amigos por qué les gusta una música que a ella no le “entusiasma”. “Estamos aplastados por el reguetón y el trap, pero muchas veces esa gente también utiliza la guitarra. Me parece genial que no nos cerremos porque me parece muy triste ver a un artista en el escenario solo con un pen drive”, confiesa.
El gusto por la música lo combina con su pasión por la fotografía y el vídeo, algo que plasma no solo en su proyecto, para el que dirige videoclips, sino también en el de otros artistas. “No hay nada más tuyo que si lo haces tú mismo”, observa esta joven de 22 años que todavía tiene tiempo para estudiar la carrera de Magisterio. “Se me ha juntado la preparación de la gira nueva con los exámenes, pero le avisé a mi entorno que lo iba a hacer aunque fuese difícil”, indica, dejando una última reflexión: “Todo lo bueno que me pueda dar la música es lo que me da energía para todo lo demás”.