Allá donde van, se agotan las entradas. Alcalá Norte, el fenómeno del indie rock, pop y postpunk del Estado, responsable de ese hit que es La vida cañón, se encuentra colgando el cartel de sold out en cada sala en la que están programados. Lo hicieron durante dos noches en el Teatro Eslava de Madrid. El éxito en Barcelona llevó a la sala Razzmatazz a cambiarles de la sala 2 a la principal. Han agotado las entradas en Salamanca, Zaragoza, Bilbao y también en Donostia, a donde volverán el próximo día 23, después de haber sido cabeza de cartel del Glad is the Day del pasado mes de agosto. Precisamente, actuarán en la sala Dabadaba, comisaria e impulsora del citado encuentro al aire libre en el parque Cristina Enea.
Surgida en 2019 en Ciudad Lineal, barrio obrero de Madrid, con un gran arraigo su entorno inmediato y fogueados en la cultura underground –Alcalá Norte toma el nombre del centro comercial de su barrio–, esta banda de rock alternativo comenzó con singles y EPs hasta que el pasado año publicaron el primer disco largo, que lleva el nombre del conjunto y que editaron con la discográfica vasca Balaunka. En este disco, además de su gran pelotazo, la ya citada La vida cañón, incluyeron otro de los temas que más suenan en las plataformas de streaming y los diales de radiofórmula.
El movimiento Alcalá Norte
En una nota enviada a los medios este martes en la que aprovecharon el anuncio del sold out de Donostia para dar a conocer que durante 2025 Alcalá Norte se centrará el bolos en los principales festivales del Estado –no hay aún ninguna fecha confirmada en Euskal Herria–, el grupo ha insistido que más que una banda, les gusta considerarse “un movimiento que aspira a resonar más allá de las fronteras de su barrio”, algo que a todas luces han conseguido, vista su capacidad para agotar las entradas. Así, su primer álbum marcó el inicio de la “materialización de ese sueño”, “una cruzada musical” que también les traerá de nuevo a la capital guipuzcoana.
De sus temas se desprende cierto aroma a Joy Division, a heavy metal, a pop naive de los 90, y al punk más crudo. Mezclando pop con postpunk compusieron éxitos como La vida cañón. El postpunk más crudo, en cambio, se halla en 420N, Langemarck o Los chavales, que también se impregnan de ritmos bakalas. Pero para bakala, la canción que cierra el trabajo, El guerrero marroquí, producida por Adrián Bremmer, de la banda electrónica radical mostoleña Trippin You.
El álbum también presenta interesantes colaboraciones como la que tienen con el teclista Suneo, del colectivo navarro Chill Mafia, en la antedicha Superman.
También surgidos en la resistencia ante la gentrificacción, La Paloma es una de las bandas a las que homenajea Alcalá Norte en esta ópera prima. Lo hace convirtiendo Cosquilleo de aquellos en El rey de los judíos, eso sí, de una manera bastante libre, como todo lo que hace el sexteto de Ciudad Lineal.
Antes de su actuación el próximo lunes, en una Donostia de resaca por el día de San Sebastián, Alcalá Norte actuará este viernes en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz. ¿Entradas? Tampoco quedan.