Un Nacho Vigalondo más maduro, pero fiel a su estilo, inaugura este viernes la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia con Daniela Forever, una película en la que explora cuestiones que antes no le interesaban como el duelo, la depresión y las adicciones, pero que el paso de los años le han llevado a ella. “Estoy en la cara b del vinilo de mi vida”, ha asegurado en la presentación del filme, acompañado por la actriz Aura Garrido y la productora Leire Apellaniz.
Fiel espectador de la Semana en su juventud –en la comparecencia ha relatado varias anécdotas como cuando acudió a una sesión con un táper lleno de vino–, en la que llegó a presentar su ópera prima, Los cronocrímenes, Vigalondo regresa a un festival que siente “como casa” con una película que bebe de su autobiografía sin dejar de lado su interés por los viajes espacio-temporales. “En el día a día no tienes claro qué película vas a hacer o por qué vas a hacer una en concreto, pero al final del camino lo descubres”, ha asegurado sobre un filme que narra como un hombre forma parte de un ensayo clínico que le permite controlar sus sueños con el objetivo de recuperar la presencia de su novia fallecida.
“Estoy en la segunda mitad de mi vida y hay cuestiones que antes, cuando las veía en una película me aburrían, y ahora me interesan”, ha indicado el cántabro, que ha visto en la película la posibilidad de cumplir su sueño de controlar el tiempo y el espacio para controlar su vida. “Los personajes no van a los sueños como en Matrix para aprender kung-fu y saltar por edificios, los utilizan para dar un paseo. Son cosas que yo haría, como ir a ese concierto del que te enteras dos días después que ha sido”, ha agregado.
Rodada en Madrid, Daniela Forever cuenta con un reparto internacional encabezado por el malayo Henry Golding y la italiana Beatrice Grannò, quienes se sumaron a la producción tras leer un primer guion que no estaba en inglés. “Como guionista hay que maximizar lo que viene dado. Que fueran dos turistas perdidos en una ciudad ajena me permitía adaptar las condiciones a la película”, ha explicado el cineasta, que ha participado este año con la cinta en los festivales de Toronto y Sitges.
Quien sí que forman parte del proyecto desde el primer momento por decisión de Vigalondo es el dúo musical Hidrogenesse, que, además de componer la banda sonora del filme, se convierten en personajes secundarios de la trama. “Trabajar con ellos es vivir con ellos, estar con ellos y viajar con ellos. Tengo mucha suerte porque he encontrado la forma de cumplir mi sueño y entrar en su camerino”, ha confesado.
Producción vasca
A pesar de la categoría internacional del proyecto, la cinta nace de dos productoras vascas, como son la bilbaina Sayaka Producciones y la donostiarra Señor y Señora, quienes, además de inaugurar el festival con esta cinta lo clausurarán con Una ballena, de Pablo Hernando. “Cerramos un círculo perfecto”, ha señalado Apellaniz.
En lo que respecta al resto del reparto, Aura Garrido ha confesado ser “muy fan” de Vigalondo, por lo que le costó terminar de creerse que formaría parte del largometraje. “Ha sido una experiencia preciosa. Nacho tiene la capacidad de hablar de cosas preciosas de una manera lúdica”, ha indicado, al tiempo que ha apuntado que es un director que deja “jugar” a sus intérpretes en el set. “Tú te lanzas y él te lleva porque confías totalmente”, ha añadido.
“Con Aura he confiado en una actriz como nunca antes lo había hecho”, ha apuntado, por su parte, el cineasta, que recuperó las antiguas cámaras betacam que utilizaba en sus años de estudiante de la UPV/EHU para rodar parte de la trama. “Son las mismas cámaras que nos dejaban para hacer nuestras historias y que nos siguen sorprendiendo que funcionen”, ha explicado.
Tercera edición de Oihua!
La proyección inaugural de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia también contó con el estreno del cortometraje Planetagatik, dirigido por Eneko Muruzabal, ganador de la tercera edición de la iniciativa de creación Oihua!. Protagonizado por Iñigo Aranburu, Ainhoa Artetxe y Maria Cruickshank, esta ecodistopía nace de las preocupaciones de su director.
“Es un cortometraje de ciencia ficción porque es lo que me gusta escribir. He metido en él mis preocupaciones como el medio ambiente y la emergencia climática”, contó el propio realizador sobre un trabajo que ha sido impulsado por Donostia Kultura, San Sebastián Film Commission y el Servicio de Euskera del Ayuntamiento de Donostia y el asesoramiento del director Igor Legarreta.