La directora de Dock of the Bay, Eva Rivera, desgrana la programación de este año, que se expandirá por varias sedes de la ciudad hasta el próximo sábado. 

¿Cuál cree que son las claves a tener en cuenta este año?

Es una sección diversa. Hemos apostado por la visibilización del trabajo de las mujeres con Fernanda y Bernarda y Teaches of Beaches, y por las grandes biografías con las películas de Omar and Cedric, The Black Keys, Lagartija Nick y Mogwai, pero también hay una tercera parte en la que se retrata la creación y la composición.

El festival lleva varios años poniendo el foco en las mujeres, tanto delante como detrás de las cámaras.

Es un compromiso vital. Es un festival compuesto por muchas mujeres y tenemos esa necesidad de ir creando referentes dentro de la pantalla y que empiecen a ser más habituales. Este año tenemos a Cyndi Lauper o Teaches of Beaches, que tienen una trayectoria enorme detrás y quizás no son tan conocidas para un público mayoritario. 

Uno de los objetivos también es que la gente no solo vaya a ver a los artistas que conoce, sino también que se atrevan a descubrir a nuevos, ¿no?

Sí. Es un festival que aúna dos inquietudes, la música y el cine, y hay una parte de nuestro público que acude con esa predisposición de ir a películas en las que no conocen muy bien la trayectoria del protagonista, pero también tenemos a los fans de los grandes nombres. Esa es la grandeza del documental musical, que el artista despierta un interés y un fenómeno fan.

¿Cree que el espectador habitual del festival es más aficionado a la música o al cine?

Creo que a las dos cosas. Tenemos las dos caras superpresentes y palpables. El documental musical es un género que a todos los melómanos le interesa mucho, pero no deja de ser cine. Por eso digo que aunamos las dos inquietudes, lo que es una de las grandes virtudes de este género.

Las propuestas cinematográficas más experimentales también tienen cabida, principalmente en los cortometrajes.

Por su formato el cortometraje da lugar a otro tipo de narrativas. Son cortometrajes musicales, pero es cierto que los directores pueden optar a otro tipo de narrativas y eso lo vemos claramente en títulos de este año como El camino del ruido o Un punk ejemplar, que empiezan hablando de un tipo de música, pero que sirven para hablar de otras cosas como la memoria, los procesos vitales, recordar a personas que ya no están... El cortometraje da lugar a este tipo de narrativas que pueden jugar con lo experimental o el ensayo fílmico y que igual por título no tienen ese gancho del largometraje, pero que aportan otro tipo de cuestiones muy interesantes.

Además, si los documentales a veces ya suelen ser difíciles de ver, los cortometrajes lo son mucho más.

Son formatos muy difíciles de encontrar fuera de los festivales. Luego me suelen venir diciendo que se les ha pasado algo y a ver cómo pueden verlo, pero la verdad es que ya no lo pueden hacer.

"El cortometraje da lugar a este tipo de narrativas que pueden jugar con lo experimental o el ensayo fílmico y que igual por título no tienen ese gancho del largometraje, pero que aportan otro tipo de cuestiones muy interesantes"

Ha mencionado algunos nombres clave de esta edición, pero quizás el que más destaque sea el de Gorka Urbizu, por la exposición que protagoniza, por ser jurado del festival y por el momento profesional en el que se encuentra.

No sé si el que más (risas), pero es cierto que Gorka con el disco Hasiera bat ha despertado un foco sobre él. Garbiñe Ortega, junto al fotógrafo Ibai Arrieta y el cineasta Alexander Cabeza Trigg han tenido la generosidad de encontrar en Dock of the Bay un marco conceptual para mostrar este trabajo que no es más que un acercamiento al proceso creativo de ese disco. Nos parecía interesante aunar esto y que Gorka estuviera dentro de nuestro jurado de largometrajes.

La exposición está en el Convento de Santa Teresa, que debuta en el festival como sede por las obras del Koldo Mitxelena.

Sí. De la mano de la Diputación, Koldo Mitxelena tiene una relación muy larga con el festival, haciendo, sobre todo, las mesas redondas. La nueva sede es el convento y la verdad es que es un sitio con mucho encanto. Espero que todos nuestros espectadores se acerquen.

Allí también realizan los diálogos del festival.

Sí, serán los días 20 y 21 y nos hemos ido a un horario de mediodía para no sobrecargar la programación y buscar nuevos públicos. Hemos apostado fuerte por este formato. Siempre hemos dado mucha importancia a los diálogos, el pensar sobre el cine y el documental, acercarnos a lo audiovisual de una forma diferente. Le llamamos secciones paralelas, pero, en realidad, son muy centrales. 

"Cada vez es más habitual que las nuevas generaciones se acerquen al audiovisual desde otros medios como una tablet, un ordenador o un teléfono. Estamos en un cambio y es algo global"

Una de las reflexiones de este año girará en torno a la crítica del cine en la era digital.  

Veíamos que, con la creación de los medios digitales, han surgido nuevas formas de acercarse a la crítica del cine y lo hemos centrado en el cine documental con la invitación a Blanca Martínez, María Guerra y Mariona Borrull, que hablarán de cómo la forma de pensar el cine da pie a nuevos espacios y voces. El otro diálogo, por su parte, lo centramos en los 90 en Donostia, con esa nueva oleada de grupos que fueron más mainstream como La oreja de Van Gogh, pero que desde la actualidad se ven de otra manera. 

¿Cómo es organizar un festival de cine documental musical en una ciudad en la que la música en directo no vive su mejor momento?

De eso también hablaremos en el diálogo. Además, dentro del festival programamos lo que llamamos Dock Live! para que la música en vivo entre en contacto con otras disciplinas como la literatura o las artes escénicas. Este año habrá dos conciertos: el de Diego Vasallo y el de Kokoshca.

El surgimiento de las plataformas, ¿ha cambiado también la forma de consumir los documentales musicales?

Absolutamente. Las plataformas han cambiado, en general, la forma de hacer cine. Cada vez es más habitual que las nuevas generaciones se acerquen al audiovisual desde otros medios como una tablet, un ordenador o un teléfono. Estamos en un cambio y es algo global. Es una reflexión conjunta de los festivales y de los profesionales del cine.