Considerado como un director de culto en el Estado, el cineasta vizcaíno Víctor Erice, premio Donostia en el Zinemaldia, es aclamado desde hace décadas en Japón, donde ha influenciado a generaciones de directores actuales y sus seguidores esperan ansiosos el estreno de su nueva cinta en febrero. Cerrar los ojos (2023), su última película y la primera que llega al país asiático en 31 años, tuvo su premier en la capital japonesa el pasado viernes en el Instituto Cervantes, con un lleno completo, antes de su estreno en salas comerciales el 9 de febrero.

Mientras que la mayor parte de las películas extranjeras, especialmente las que no proceden de Estados Unidos o Francia, suelen tardar más de un año en llegar a Japón, la nueva cinta de Erice se estrenará en más de medio centenar de salas pocos meses después de su llegada al Estado.

"Erice busca algo que es invisible a los ojos. En su nueva cinta, se aprecia su fe en la fuerza del cine y que considera que este está más allá de la memoria y es más profundo que el pensamiento", explicó la crítica de cine Reiko Kubo durante la presentación de la película en el Instituto Cervantes.

Para ella, una de las claves del éxito de Erice en Japón es la influencia que su cine toma del poeta japonés Matsuo Basho, uno de los cuatro maestros del haiku y que se caracteriza por un estilo sencillo y un componente espiritual.

Takaatsu Yanagihara, de la Universidad de Tokio, también destaca estas influencias japonesas en el cine del director a través de los encuentros que tuvo con él durante sus viajes a Japón para presentar sus cintas y participar en diversos proyectos.

"Desde la primera película hasta El Sur, seguramente Erice llevaba en su cabeza esta imagen que emitía Basho, sobre viajes lejanos y un tono de melancolía", señaló el académico.

El propio Hirokazu Kore-eda, uno de los directores japoneses más aclamados a nivel internacional, señaló en una entrevista con la Academia de Cine de Hollywood a 'El sur' (1983) como una de sus cinco películas favoritas de la historia, y también destacó el debut cinematográfico de Erice, El espíritu de la colmena (1973), como una cinta que le ha influenciado enormemente.

"Lo sorprendente de sus películas es que casi parecen películas mudas, aunque obviamente son en color y son sonoras. Pero realmente muestran las formas fundamentales del cine. Es algo que me gustaría replicar, pero es casi imposible", afirmó entonces Kore-eda.

El cineasta, de 61 años y originario de Tokio, dijo "amar estas cintas con asombro" y destacó su respeto hacia el vasco. "Cuando tengo problemas con algo, siempre vuelvo a Víctor Erice", añadió.

Nacido en Karrantza (Bizkaia) en 1940, Víctor Erice se formó en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid, donde se diplomó en 1963 en la especialidad de Dirección.

Debutó en la dirección de largometrajes con la citada 'El espíritu de la colmena', con triunfo en San Sebastián, mientras que su segunda película, El sur, se presentó en el Festival de Cannes y obtuvo el Hugo de Oro en el Festival de Cine de Chicago.

En 1990, con el pintor Antonio López, realizó El sol de membrillo, que tras ser galardonada en Cannes resultó elegida como la mejor película de su década por las filmotecas y centros culturales de todo el mundo.

Su nueva película, que ha pasado ya por cerca de una veintena de países, ha recibido once nominaciones a los Premios Goya, incluidas las de Mejor Largometraje, Mejor Dirección y Mejor Guion Original, en una gala que se celebrará el 10 de febrero.