Podría parecer que el fenómeno Barbenheimer, la suma de dos pesos pesados como las películas Barbie y Oppenheimer, ha sido lo único que ha provocado que las salas de cine luzcan abarrotadas este verano. Y ha ayudado, de eso no cabe duda. Sin embargo, en contra de lo que pueda parecer, la época estival siempre ha sido favorable para la industria cinematográfica. “Se piensa que con buen tiempo los espectadores no acuden al cine, pero se dan otros factores, como el estreno de las superproducciones. Ha sido un verano extraordinario”, reconoce Alfonso Benegas, presidente de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE), quien asevera que la recaudación ha ascendido un 9,86% durante los primeros nueve meses del año –del 1 de enero al 31 de agosto– con respecto al 2022.

“Hay público para diferentes películas, el cine sigue vivo y no se ha cerrado ninguna sala en Euskadi”, afirma el portavoz de las 116 salas de cine de la CAV, antes de admitir que lo único que necesitaban era más tiempo que otros sectores para recuperarse de los estragos provocados por la pandemia. Benegas indica que la recaudación de 36 millones de este 2023 se acerca a las cifras obtenidas en los años previos al coronavirus, cuando se obtuvieron, de forma progresiva, 40 millones (2018) y 41 millones (2019). En ese sentido, confía en que el resto del año siga por la misma senda de cifras crecientes.

A falta de cerrar los datos de agosto, asevera que han logrado cumplir todos los objetivos de este verano. “Desde que se estrenaron Barbie y Oppenheimer, la recaudación acumulada es de más de 115 millones de euros a nivel estatal”, puntualiza. Concretamente, el blockbuster de Greta Gerwig protagonizado por Margot Robbie y Ryan Gosling, basado en una ficción en torno a la vida de la popular muñeca de Mattel, ha recaudado 31 millones de euros. Le sigue a cierta distancia Oppenheimer, cinta de Christoper Nolan que narra la biografía del físico teórico que fue fundamental en el desarrollo de las primeras armas nucleares, con 18 millones de recaudación. El estreno simultáneo de ambos largometrajes ha impulsado un fenómeno bautizado como Barbenheimer por su repercusión internacional. Tanto es así que hasta Francis Ford Coppola llegó a pronunciarse al respecto: “El hecho de que la gente llene los grandes cines para verlas y que no sean ni secuelas ni precuelas, ni lleven número, es decir, que sean auténticas piezas únicas, es una victoria para el cine”.

No obstante, Alfonso Benegas matiza que este éxito no ha impedido que la recaudación de otras películas sea menor. Y cita otras cintas que están funcionando muy bien. “Megalodón 2 ha recaudado 10 millones de euros, así que tampoco ha ido mal. Y Elemental, la película de Disney, lleva un acumulado de 11 millones de euros, igual que la última entrega de la saga de Indiana Jones”, añade el responsable de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi, quien también menciona Campeonex, que en solo dos semanas desde su estreno ya ha logrado una taquilla de 7 millones de euros.

Poscovid

El sector ha recibido este verano, además, un espaldarazo a modo de incentivo. Desde hace dos meses –el 11 de julio– los mayores de 65 años pueden acudir al cine los martes pagando una entrada de solo dos euros. “Está funcionando muy bien. A salas de cine en las que antes un martes podían venir seis personas ahora están viniendo 280”, reconoce Benegas sobre esta ayuda, a nivel estatal, anunciada en mayo por Pedro Sánchez. “A los mayores las entradas les cuestan dos euros y a nosotros nos lo complementan con una ayuda de tres euros por cada espectador”, relata el presidente, quien reconoce que ha favorecido que las personas mayores vuelvan a las salas de cine. “Eran reticentes, no tanto por el miedo al covid, sino porque disminuyó su costumbre”, argumenta.

En relación a la influencia de la crisis sanitaria en la asistencia al cine, Benegas también considera que actualmente el streaming no es competencia. “Hay muchas plataformas que están anunciando recortes en sus contenidos y aumentos en sus cuotas. Durante la pandemia se apuntó mucha gente porque no podían salir de casa, pero luego el gasto fantasma sube mucho y, lógicamente, se han ido dando de baja de plataformas”, evidencia Alfonso Benegas, quien también alude a la experiencia de ver una producción en la gran pantalla, lo que no se puede comparar con verla en una tableta o en una televisión. “La próxima película de Martin Scorsese, Los asesinos de la Luna, que se estrenará en octubre, dura 206 minutos. Ese tiempo en casa no duras sentado. En cambio, en un cine, no solo aguantas, sino que no se te hace tan largo”, sentencia.

Este otoño

En lo que respecta a lo que podría convertirse en un problema en un futuro no tan lejano, Alfonso Benegas admite que están observando con atención todo lo que acontece en relación a la huelga promovida por los actores y guionistas de Hollywood. “Nos puede afectar en el sentido de que retrasará las superproducciones”, reconoce el responsable de 116 salas de Euskadi, quien pone como ejemplo Dune 2, una cinta que debía estrenarse en octubre y, sin embargo, no llegará hasta marzo de 2024, a la espera de un acuerdo ante la huelga de guionistas y actores. No obstante, Benegas constata que el comportamiento de las salas de cine vascas es singular, ya que se abastecen mucho de producciones locales y europeas. “Eso puede hacer que nuestra caída no vaya a ser tan grande como en otros sitios”, afirma.

Con todo, espera que el otoño sea igual de benévolo con el sector cinematográfico. “Con lo que viene por delante podemos tener un octubre y un noviembre muy buenos. Todas las semanas se estrenan entre 10 o 15 películas. Falta de material no vamos a tener”, considera Benegas. De hecho, entre los estrenos de los próximos meses destacan cintas como Napoleón, de Ridley Scott, un espectáculo épico protagonizado por Joaquim Phoenix que se podrá ver a partir del 24 de noviembre, o Wonka, con Timothée Chalamet convertido en el popular Willy Wonka, a partir del 15 de diciembre.

“Si hay superproducciones se añadirán al público que viene habitualmente. El espectador de verano no suele ser mismo que el de otoño”, expone el presidente de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi. Y es que para entender el comportamiento del público vasco hay que tener en cuenta que el cine independiente, así como las producciones locales, suelen tener muchos adeptos. Por ello, Benegas reconoce que los estrenos de Zinemaldia suelen ser un acicate de cara al otoño. “Tenemos un cine local de mucha calidad y hay un público muy entendido. En Euskadi se llenaron las salas con 20.000 especies de abejas, mientras que a nivel estatal no tuvo la misma repercusión”, indica el empresario, quien apostilla que Cerrar los ojos, de Víctor Erice, se estrenará el 29 de septiembre.

Además, otro de los factores que pone en valor es que en Euskadi hay un cine en casi todas las localidades, “algo que es muy raro en otras comunidades”. De hecho, Alfonso Benegas subraya la circunstancia de que en la CAV no se haya cerrado ninguna sala de cine desde la pandemia: “Otra cosa es que cierren por otros motivos, como cambios en las concesiones municipales, pero no porque el cine vaya mal. El cine está más vivo que nunca”.