La semana pasada, el artista Víctor Goikoetxea terminó uno de los grandes trabajos en los que ha estado inmerso durante los últimos meses. Después de preparar los acabados de las paredes de un par de exclusivas tiendas de Dior en México, hizo lo propio con el establecimiento que esta marca tiene en la galería de lujo Canalejas en Madrid.
¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar para Dior?
En cuanto a moda, diseño, acabados, Dior es a nivel mundial la empresa top, la más exigente y lo más exclusivo. Hace una década me llamaron de una empresa francesa que hacía todos los acabados de las paredes de Dior. Trabajé para ellos pero no me acabó de cuadrar y decidí seguir mi camino. Por casualidad, otra gran empresa, de Barcelona, que trabajaba para Dior haciendo las tiendas, vino a buscarme y me dejó su puerta abierta. En un viaje a Catalunya les fui a visitar. Dior había cambiado su filosofía y me dieron unas muestras de lo que querían.
En este caso sí congenió.
Me dieron de prueba dos tiendas en México, una en Jalisco y otra en DF; fue bien. Luego salió la gran tienda de Canalejas, la mayor tienda de Dior en Madrid que terminamos la semana pasada. Me mandaron muestras y estuve durante tres meses haciendo pruebas. Dieron el visto bueno.
¿Qué le pidió Dior?
Exclusividad. Todos los acabados son como grandes abstracciones, texturas, todo mi orgánico con telas, pasta natural... Todo muy matérico. Suelo decir que son grandes lienzos con acabados matéricos en las paredes. Ellos te dan unas pautas y cada sala es de un acabado diferente. Hemos sido un equipo de siete personas. Parte ha trabajado en Hernani, en mi estudio; parte en Barcelona y parte en Madrid. Se han hecho 400 metros cuadrados, de lienzos, de telas, de texturas orgánicas...