La sala Kutxa Kultur Artegunea de Tabakalera ofrece la muestra La textura de las promesas, de ocho fotógrafos jóvenes asiáticos provenientes de diversos países del continente, comisariada por Alejandro Castellote, y que dan la oportunidad de ver y contrastar lo que se hace en la parte oriental del mundo a comienzos del siglo XXI.

La fotografía autobiográfica del chino Gao Bo hace referencia a su viaje iniciático a Tíbet durante diversos períodos (1985-1995). Fotografía cargada de personajes en continuo fluir y movimiento sobre la que traza cuidadas caligrafías con su propia sangre, como lo habría hecho, anteriormente, un anciano budista sobre la cueva de Lhasa según una vieja leyenda. Trazos espontáneos y rápidos que no quieren expresar nada, y que enriquecen sus imágenes llenas de personajes, fuerza, y claroscuros.

El japonés Takahiro Mizushima se centra en personajes que viven a la intemperie en las grandes ciudades, presentados sin aditamentos ni marcos sofisticados que los sustenten. Retratos y escenarios captados con flash que ofrecen una potente y extraña luz que los convierte en extrañas figuras. Personajes sin techo, jóvenes y ancianos que componen sus recuerdos visuales de la casa en que le acogió un viejo amigo callejero, mostrados también como una instalación en cascada que cae desde el monte. Fotografía realista con aditamentos de fuerte colorido.

Los objetos humanos, las vasijas y las cerámicas coreanas son presentadas por Bohnchang Koo en imágenes cinéticas que van desde el proceso de su creación hasta el de su desintegración por el uso o el deterioro progresivo a lo largo del tiempo: Vasijas de la salida de la luna es la serie referencial al satélite. Lenguaje referencial de vasijas fotografiadas tanto en Japón como en otros lugares a lo largo de 15 años, captadas con un lenguaje minimalista y de gran pureza.

Weixin Chog, artista de Singapur, remite en su propuesta fotográfica a la tradición china de las “rocas de los eruditos”, imprimiendo sobre sedas delicadas las texturas del mármol tras sus experiencias en las canteras de Carrara. Dureza y fragilidad al mismo tiempo, y recuperación de una simbología mineral milenaria de la cultura china.

El chino Ji Zou muestra en su obra Invernadero 3 (2017) el poder de la mente y del ojo para reconstruir la belleza de la naturaleza de un jardín botánico, superponiendo imágenes hasta crear una realidad multifacial y poliédrica cercana al cubismo de los Braque, Gris y Picasso.

Imágenes y realidades

La india Sukanya Gosh busca imágenes antiguas de personas para superponer en ellas imágenes y realidades, jugando con ellas con total libertad. Collage fotográfico en su serie Isósceles de 2018.

El también fotógrafo chino Wang Juyan plasma en su serie Xian Guan un viaje a cuatro cuevas rupestres, paisajes y arquitecturas, envueltas en sentimientos que recrean imágenes vividas por el autor, y presentadas a la manera de los biombos chinos. Paisajes y bosques superpuestos que crean paisajes en profundidad de gran fuerza y belleza.

La artista de Singapur Woong Soak Teng ofrece un paisaje de árboles cuyas ramas y troncos se han enderezado mediante varillas de madera atadas a Él (2015). Ramas plasmadas sobre fondo blanco, poniendo el acento en la morfología de las ataduras que se han realizado y en la frialdad con las que han sido captadas, y que son paradigma de las propias operaciones sufridas en su cuerpo. Concepto y frialdad plasmando una fotografía sutil y delicada.

Figura humana, objeto y, sobre todo, naturaleza como paisaje son algunas de las preocupaciones fundamentales de esta serie de fotógrafos asiáticos que se exponen en esta muestra y que usan sintaxis que van desde el realismo al conceptualismo, desde el cubismo al naturalismo.